Arranque mi auto y encendí la música,podía sentir la brisa mover mi pelo.
Llegue a casa y afortunadamente no estaban mis papás,saqué un recipiente con pasta y lo calenté. Encendí la tele y me puse a ver una serie en Netflix.
De momentos se me venía a la mente Raúl,pero mejor me ponía a ver la serie,para despejar mi mente.
Escuche que tocaron el timbre así que me levanté.Abrí la puerta y para mi sorpresa era...Raúl.
—¿Que es lo que quieres?
—Yo quería...
—Espera un momento-lo interrumpí-¡YO NUNCA TE DI MI DIRECCIÓN PENDEJO!
—Perdón.
—¿Qué?-le pregunte
—Perdóname.
—Yo...-dirigí mi mirada hacia el portón-Mierda
—Tienes razón,está situación es una mierda.
—No no-lo agarre por los hombros para que volteara hacia el portón—Metámonos rápido.-le abrí la puerta para que pase a la casa-
Se podían apreciar 3 coches.El primer coche era de mis padres,el segundo de los guardaespaldas/guardias y el tercero no lo conocía,eso fue lo que me preocupo.
Raúl y yo corrimos hacia la puerta del balcón que daba vista a el jardín principal.
—Tienes una bonita casa.-hablo
—Wey tienes que escucharme,no vuelvas a esta casa sin invitación,por favor.Es por tu bien.
—Perdón por venir sin avisarte,es que-lo interrumpí
—Shhh
Dirigimos la vista a mis papás y sus socios.
—¿Entonces no te han pagado esos cabrones?
—No,no lo han hecho-contesto mi padre-Les daré una semana más.
—¿Y si no que les hará socio?
Y se empezaron a reír.
—Por cierto,¿Cual es nuestro siguiente movimiento?
—Por ahora tenemos que conseguir más dinero-contesto mi padre-Y ampliar terreno.
—¿Tu gente ya escondió los cuerpos?
—Si,tengo todo controlado.-afirmó mi padre
Raúl me miro asustado
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