Dios, me he dormido otra vez.
Sonrió al ver a Daniel bien dormido como un bebé, por impulso mi mano se coloca en su mejilla y lo toco levemente.
—Si fueras así de tranquilo...
Me alejo de él al escuchar mi celular sonar, con la ilusión de que sean ellas.
Y mi sonrisa crece aún más al ver que si son ellas, las gemelas.
—¡Hola niñas!—saludo alegre, ellas me corresponden la sonrisa.
—Holaaa Val, ¿Cómo estás?—me pregunta Estrellita.
Cada día las extraño más.
—Un poco tristeeeeee.
—¿Por qué?—dice Cele.
—Porque no están conmigo y me siento sola.
—Tranquilas niñas, que sola ya no está—dice una voz masculina atrás mio.
—Mira, es el mismo chico de la otra vez.—dice feliz Cele.
—Ya niñas, mejor díganme cómo están.—dejo apoyado el celular cerca de un portalapiz.
Daniel se coloca atrás mío y con sus manos en mis hombros haciendo un masaje.
—Se ven muy lindos juntos.—dice Estrella con sus ojitos felices.
—Yo siempre me veo linda con cualquiera.—les guiño el ojo a modo de broma y reímos los cuatro.
—Yo también Soy muy linda—dice tierna Celeste.
—Las dos son muy bonitas.
—¿Tanto como tú, Val?
—No, ustedes lo son más.—les digo y por la pantalla veo a Daniel con una gran sonrisa en el rostro.
Ya no tengo miedo de lo que Daniel pueda hacer, ya le advertí, que si le pasa algo a las gemelas él tendrá que ver en algo, sin embargo, yo haré todo lo posible para que ellas no se metan en esto.
Y si pasa, las defenderé.
—Val.
—¿Si?.
—Ya nos tenemos que ir, mamá nos está llamando.—dice triste Cele.
—¿Tan rápido?, No hemos hablado casi nada.
—Lo sentimos Val, adiós, te queremos mucho...
—Yo también las quiero mucho.—suspiro al ver que ya habían cortado la llamada y muy posiblemente no me hayan escuchado.
Me levanto casi olvidandome de que Daniel está aquí, conmigo.
—Se nota el gran cariño de ti hacia ellas.
—Si, es una larga historia.
—¿Algún día me la contarás?—pregunta curioso.
— Quizá.
(…)
—¿Acaso te vas a quedar a vivir conmigo?—digo graciosa al ver que en todo el día Daniel no se ha ido de mi casa.
— Quizá, en casa me siento muy solo.
—Yo no estoy adoptando eh— él se ríe y me abraza por detrás dejando su barbilla en mi hombro y besando mi cuello.
— Yo soy la excepción.
— Seguro.
—¿Quieres ir a hacer las compras?, Porque tú refri está más vacía que no se que—me dice.
— Si quieres, pero, ahora no tengo mucho dinero que digamos.
—No te preocupes, yo lo pago.
— Conste, tú te ofreciste.
— sipi—habla y yo ruedo los ojos por esa palabra.
— Vamos—salimos de casa y nos subimos a su auto.
Minutos después estamos llegando al supermercado, tenía razón al decir que mi refrigerador está vacío.
Pero, me daba flojera ir al super, además, yo comía con las gemelas pero ellas ahora no están.
Compramos pollo, arroz, azúcar, café, té, yogurt de lúcuma, dios amo ese sabor, también algunas galletas y snacks. Jugos de naranja, helado de sabor chocolate y menta. Y mucha fruta, me encanta la fruta.
Solo eso, ya que sino será mucho.
—El carrito se llenó—dice impresionado Daniel.
— Y si.
Daniel paga todo lo que compramos y con las bolsas en las manos las llevamos al carro y nos vamos de regreso a casa.
—Ha Sido unos de los días más tranquilos para mí.
—¿Enserio?
—Si, normalmente estoy en estás horas decidiendo si matamos a alguien o no, o sino a que lugar vamos a atacar, mis días son muy movidos.
—Supongo que así será mi vida de ahora en adelante.
—No quiero que se te apague tu luz como a mí.
—No seas así, tranquilo, quizá mi luz ya se fue...
—Espero que no.
Dejamos de hablar y él conduce en silencio hasta llegar a casa.
—¿No tienes un horario?.
— Aún no me ha llegado ninguna llamada, así que supongo que ellos pueden con todo, solo llaman cuando las cosas se le salen de las manos.
— Ala.
(***)
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SAN VALENTÍN (TERMINADO) ✔️
Historia Corta¿Fiesta de San Valentín?, ¿Que podría salir mal?, total, no tendré amigos, ni novio, pero, a una fiesta jamás falto. Pero, si me hubieran avisado que terminaría acostada en la cama del criminal más buscado de toda la cuidad, jamás hubiera asistido a...