"Donde no puedas amar no te demores"- Frida Khalo.
Los rayos del sol iban directo a mi rostro, abrí de golpe mis ojos pero volví a cerrarlos por la luz que entraba en mi cuarto ¿No había cerrado las cortinas? Y fue cuando recordé como Connor había escalado para entrar a mi cuarto, me volteé y ya no había nadie, solo las cobijas revueltas consientes que alguien estuvo conmigo.
– ¿Qué les sucedió a mis plantas? –Gritó mi mamá afuera de la casa.
Salté de la cama y fui hacia la ventana, la abrí y ahí estaba ella con un rostro deformado por la consternación.
– ¿De qué hablas? –Le pregunté como si no supiera nada, cosa que era mentira.
– ¡Ve mis plantas, alguien las arrancó! –Volteó a verme.
Hice como si viera las plantas y después puse una cara de asombro.
– ¡Por Dios! ¿Quién pudo haber hecho eso?
– ¿Tú no sabes quién lo hizo? –Enarcó una ceja.
– No, de hecho después de haberte marcado me fui a dormir, no escuché nada.
Estaba rezando para que sonara convincente.
– De acuerdo, en parte fue mi culpa por ponerlas afuera –Suspiró y entró a la casa.Lo bueno fue que se lo creyó, no podía ir y contarle la verdad, le daría un infarto, bajé y fui directamente a la cocina donde se encontraba ella.
– ¿Ya desayunaste? –Preguntó mientras abría el refrigerador.
– No –Me senté en una silla.
Sus ojos se abrieron de asombro al verme, me quedé estática, maldita sea ¿Tenía alguna marca en el cuello?
– ¿Qué, qué sucede? –Aclaré mi garganta, no tenía que ser tan obvia.
– Te cortaste tu cabello ¡Se ve precioso!
Mi respiración salió libremente, era eso, maldita consciencia.
– Sí, ayer en la tarde decidí cortarlo.
Tomé una manzana.
– Por cierto, ¿No se supone que hoy tienes clases? –Entrecerró los ojos.
¡Que tonta! Se me olvidó que hoy era martes, maldita alarma por no querer sonar.
– Así es, pero tengo clase hasta la tercera hora.
Inventé una excusa rápidamente y después le di una mordida a la fruta.
– De acuerdo, yo me iré a dormir, estoy muerta de cansancio.
Dicho esto subió las escaleras y se me perdió de vista, subí a mi cuarto, estaba a punto de meterme a bañar cuando sonó mi celular.
– ¿Bueno? –Contesté.
– ¿Por qué faltaste a la escuela? –Comentó Doreen.
– Todavía no se acaban las clases, llegaré a la tercera hora.
– Más te vale, no quiero andar en los pasillos con Sofía y Valery, que comenta la noche espectacular que ella y su novio tuvieron en la fiesta –Doreen se quedó callada un momento– por cierto ¿A qué hora te fuiste ayer?
– No lo sé, como a las doce ya que ni te dignaste a aparecer ¿Quién es Sofía y Valery? –Le respondí mientras sacaba ropa interior de un cajón, ella resopló.
– Te estaba haciendo un favor, créeme y son unas porristas que conocí ayer en la fiesta.
Me quedé estática e ignoré el tema de sus nuevas amigas.
– ¿A qué favor te refieres?
– Ven a la escuela y te cuento –Al finalizar colgó.
Alejé el celular de mi oreja y me le quedé viendo a la pantalla ¡Doreen me colgó! ¡A mí! Dejé el aparato en mi cama y me metí a bañar.Eran las diez y media de la maña cuando llegué a la escuela, fui directamente a la cafetería, Doreen seguro estaría allí y no me equivoqué cuando la vi sentada con cara de aburrimiento mientras una chica hablaba, tenía una sonrisa en el rostro y los ojos brillosos, me acerqué a ellas.
– ¿Se puede saber por qué me colgaste?
Agarré una silla, me senté y me le quedé viendo a mi amiga.
– ¡Ar, que bueno que viniste!
Me agarró del brazo e hizo que me parara, nos salimos de la cafetería sin despedirnos de la chica, caminamos hacía las canchas, ya estando ahí nos sentamos en las bancas.
– ¿Pero a ti qué te pasa?
Me quejé mientras me acomodaba la blusa que había desalineado por su agarre.
– ¡Dios, no me creerás lo que te voy a contar! –Comentó con una sonrisa más grande que la chica de hace unos momentos.
– Dime, Dor, me estás dando miedo –Reí y ella me sacó la lengua.
– De acuerdo, aquí vamos ¿Ya estás bien sentada? –asentí– bien, pues veras mi queridísima Arianna, ayer me encontré con Brandon.
La interrumpí.
– Era lógico que te encontraras a Brandon, era su fiesta, Doreen.
Rodeé los ojos, ella me fulminó con la mirada.
– Lo sé, es para ponerle tensión al asunto.
Volví a virar los ojos por su excesivo entusiasmo.
– Solo dilo, Dor.
– Shhh, te contaré como yo quiera, bien, ayer me encontré con Brandon, empezamos a hablar sobre cosas normales como "¿Y te gusta el futbol americano?" y él me respondió "Claro, por eso estoy en el equipo" y así sucesivamente, hasta que vimos a Connor y a esa porrista de ayer, estaban casi comiéndose –hizo cara de asco– así que Brandon me dijo "Por Dios, deberían de subirse a una habitación" yo asentí, después fuimos al patio trasero y estábamos bebiendo, bueno, él, yo no, así que entró Connor junto con la porrista y se sentaron en el borde de la piscina y ahí viene lo interesante pues Brandon me dijo...
– Pobre capitán –Comentó mientras le daba un trago a su cerveza y observaba a Connor y a la animadora.
– ¿Por qué pobre?
– ¿No sabes? –negué con la cabeza– ¿Eres amiga de Arianna, la chica que anduvo con Connor hace unos meses? –asentí– bueno, una vez fui a la casa de Connor, junto con otros dos amigos, él se emborrachó demasiado, así que comenzó a decir un par de cosas de tu amiga.
Volvió a dar un trago de la cerveza que tenía en la mano.
– ¿Qué clase de cosas? –Lo miré intrigada.
– Uf, que no dijo –otro trago de cerveza– empezó diciendo "Te odio, te amo, no quiero verte, no te alejes, abrázame, no te me acerques, bésame, vete" nosotros no sabíamos de qué estaba hablando así que se lo preguntamos...
– ¿Qué de que hablo? –respondió– Sólo hablaría estupideces por una persona y esa persona tiene nombre y apellido; Arianna Coleman.
– ¿Acaso tú no la terminaste? –Preguntó Diego, un jugador del equipo.
– No porque yo quisiera, ella era todo para mí, realmente lo era todo –se quedó en el centro de la habitación, se dirigió a la cama, se sentó y empezó a hablar de nuevo– es mentira, nunca me gustó, ella era un estorbo, es un estorbo –se corrigió– o tal vez era el amor de mi vida.
Todos en la habitación se le quedaron viendo mientras él se contradecía.
– Entonces ¿La quieres o no? –Preguntó David, otro jugador.
– ¡Por supuesto que la quiero! –respondió Connor y se levantó de la cama– siempre la voy a querer, Arianna no es como todas las chicas, ella es... ella.
– ¿A qué te refieres? –Pregunté.
– Ella ve las cosas simples, siempre ha sido así, para ella no hay lados negativos, siempre verá lo positivo, ella no se burla de los demás, es más, aborrece a las personas que lo hacen, ella es diferente, nunca habrá alguien como ella y si fuera así escogería a Arianna, siempre le escogería a ella.
– ¿Entonces por qué no regresas con ella? –Le preguntó Diego mientras se servía otro trago de whisky.
– Porque no, tengo miedo a lastimarla, aunque sé que ya lo hice, pero también sé que yo en algún momento haré algo realmente estúpido y ella quedará hecha trizas –sonrió irónicamente– siempre me decía eso "Si te vas me dejarás hecha trizas, yo ya no existiré" –su sonrisa de desvaneció– y fue verdad, la dejé.
– Aún puedes regresar con ella –Lo ánimo David, él negó con la cabeza.
– No, así estamos mejor, nada de nada, ni amor, ni amistad, ni palabras que decir, todo está bien así –guardó silencio un momento– me gusta creer que es así.
Dicho esto dio su último trago de vodka.
– Ahora sabes que al igual que tú Connor ha sufrido –Comentó Dor.
No podía creer lo que Doreen me había contado, Connor me quería, pero ¿A qué le tenía miedo? ¿A lastimarme? ¿Acaso no sabía cómo me he sentido desde que nuestra relación terminó?
– Estoy consternada –la miré– ¿Qué hago?
– ¡Ve y habla con él!
– De acuerdo –me convenció– pero no sé dónde está y la tercera clase empieza en –saqué mi celular para ver la hora– ¡Quince minutos! –Grité.
– Yo lo vi en el edificio C-2, ve y no creo que entres a la clase, pero no te preocupes, yo te paso los apuntes –Sonrió.
Me acerqué a ella y le di un abrazo.
– Gracias, eres la mejor.Empecé a caminar hacía el edificio que me había dicho Doreen para encontrar a Connor y decirle lo que aún sentía por él, mientras más me acercaba a mi destino la emoción incrementaba, por fin habrá de nuevo un nosotros, por fin le diré lo que él significa para mí y le diré que no me importa el pasado, lo abrazaré y le aseguraré que las segundas oportunidades son las mejores, me acercaré a sus labios y los juntaré con los míos para sellar este pacto. Solo debía dar vuelta a la derecha para encontrar el edificio en donde él estaba, pero en cuanto me di la vuelta vi a Connor besando a una chica la cual no era Meg, todo lo que había planeado hace unos instantes se lo llevó el viento como lo hace con las hojas.
Connor volvía a ser Connor y yo seguía siendo la persona más ingenua del mundo.
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2 veces sin ti
RomanceCreo que cuando conoces el gran amor de tu vida y de repente lo pierdes, llega una gran tristeza que no te deja ver la posibilidad de luchar por el, pero igual creo que hay personas a las que no les importan las adversidades, ni cuantas cosas negati...