Quiero que tú quieras [Elbdo #2] COMPLETA

Capítulo 16

Estas últimas semanas han sido una locura, no para mal, pero nada a lo que estuviera acostumbrada o preparada. Aprobé mis exámenes, Mark me llevó a cenar a un hermoso restaurante para celebrarlo y después de eso, pasamos la noche juntos en un hotel a las afueras de la ciudad con una vista preciosa.

Pensé que mi temporada de estudio había terminado, pero no. Resulta que aún quedaban cosas por aprender y mi profesora fue nada mas y nada menos, que Madison; la mujer que junto a Will, su esposo, organizan y dirigen las reuniones.

No sé cómo pasó realmente, una noche estaba hablando con Mark acerca del BDSM y aunque me dejó claro que disfrutaba todo lo que hacíamos, también comentó las cosas que tenía por aprender. Dijo que Madison podría darme alguna clase, honestamente no pensé que hablara en serio, pero cuando ella se presentó días después en el departamento con una invitación para la próxima reunión, Mark volvió a mencionarlo y no pude decir que no.

Creí que sería incomodo, pero no fue así. Ella tiene experiencia tanto de sumisa como dominante y conmigo fue lo segundo; no hubo contacto físico, al menos no de manera sexual, pero sería muy hipócrita de mi parte decir que no me excitó. Las mujeres me gustan y Madison es la viva representación de una muy sexy; porte elegante, piel blanca y suave, cabello lacio y oscuro que llega a su cintura y unos ojos azules que te miran con demasiada intensidad.

Tres semanas preparándome para esto, esta noche me presentaré oficialmente como la sumisa de Mark en la ansiada reunión. La primera vez que vinimos juntos solo asistí como observadora y aunque follamos, no fue a la vista de nadie.

No sé bien qué pasará hoy. Me siento más segura, es cierto, pero tengo un nudo en el estómago desde esta mañana, pueden ser nervios o solo anticipación. Pero aquí estoy.

—¿Estás lista? —pregunta Mark entrelazando su mano con la mía.

Suelto un suspiro asintiendo. Mark toma mi barbilla y me hace mirarlo a los ojos.

—No quiero que pienses cosas que no son, bebé. Sabes que eres mi novia, que soy tuyo, pero en esta reunión no entraré como Mark, seré tu Señor—su voz es baja pero firme—. Y tú mi sumisa. ¿Está claro?

—Sí, Señor.

Enreda sus dedos en mis rizos y en cuestión de segundos toma mi boca con posesión confirmando así sus palabras; él es mi dueño, por lo menos durante la reunión. Hoy voy a tomarme esto en serio, no hemos estado juntos como amo y sumisa, y no es que no haya tomado el control durante el sexo, es solo que todo lo que me enseñó Madison lo he guardado para esta noche. Quiero sorprenderlo tanto como complacerlo, sé que de mi placer se encargará él.

Al entrar, Madison y Will se acercan y no puedo evitar cohibirme un poco por la mirada lujuriosa que me ofrece ella. Quizás el vestido que llevo me hace lucir más inocente, pero igual es sexy; es blanco y de tirantes, con un escote abierto que me llega al ombligo, desde la cintura cae acampanado pero apenas me cubre el culo.