Capitulo 26

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Jiang Cheng veía aterrado como a las 3:04 am su puerta era cerrada lentamente por lo que creía era el fantasma. La cerro completamente y un aire helado invadió la habitación la sombra solo se quedo parada en una esquina mirando a la cama, a Wanyin, quien se aferraba a su cobija como si su vida dependiera de ello y, a decir, el creía que era así.

Jodida mierda ¿no? Tenia unas increíbles ganas de sentarse en su cama y gritarle con firmeza un:

"¡Hijo de puta! ¡¿Caso eres ciego?! ¡El cuarto de Wei Ying esta obviamente del otro lado del pasillo!"

¡Era realmente injusto! El siempre era el único afectado. Miraba la sombra asomando apenas sus ojos por la cobija, no iba a sacar toda su cabeza, no estaba loco.

Sintió que podría desmayarse cuando vio como se le ponía el seguro a la perilla de la puerto. ¡¿Qué mierda?! ¡¿y ahora como ira Wei Ying a salvarlo?! Entonces recuerda que Xichen le dijo que rezando se iría el fantasma, no le creía pero...

-Momentos desesperados requieren medidas desesperadas- pensó, sin embargo la verdad es que no recordaba como iba el maldito movimiento de manos- Era...- inició en un susurro- En nombre del padre- tocó su frente- Del hijo- su panza- Del espíritu santo- tocó su hombro - y Juan- concluyo tocando su otro hombro y llevando su mano a sus labios.

Pero el fantasma seguía ahí y Jiang Cheng podría apostar a que ese desgraciado se reía. Puta vida, el estaba seguro de que iba ahí y Jiang Cheng podría apostar a que ese desgraciado se reía. Puta vida, el estaba seguro de que iba así ¡La religión era una farsa! Al menos que ¿Se habría equivocado de lugar mientras se persignaba ¡no! ¡maldita religión farsante! 

"Ahora si, hasta aquí llegue"

Unos toques a la puerta lo hicieron recobrar la esperanza.

-A-Cheng- la voz de su hermano se escucho del otro lado- vine a ver si estabas bien, normalmente a esta hora llegas a mi habitación ¿puedes abrirme por favor?- toco nuevamente.

-¡Si pudiera abrirte ya lo hubiera hecho maldito inútil!- pensó desesperadamente- Abre tu...- susurro no queriendo molestar a su "invitado".

Esto hizo que una gran presión se ejerciera sobre su cuerpo, como si el aire comenzara a pesar más de lo habitual. Que bien, el desgraciado se había molestado.

-Jiang Cheng voy a entrar- miró con emoción como la perilla daba vuelta.

Que Sandu bendiga el día en que decidió darle una llave de su cuarto a Wei Ying.

Cuando Wei Wuxian entro en la habitación el fantasma desapareció y la presión que sentía con el. Se sentó de inmediato en su cama y miro con un pequeño puchero a su hermano sabiendo que por la oscuridad no lo vería, sus ojos se aguaron.

-¡El maldito cerro la puerta Wei Ying! ¡La cerro! ¡Esta vez se pasó! ¡no es justo!

Así fue como Wei Wuxian paso la noche escuchando a su hermano menor quejarse del ser y de como había cruzado la línea cerrando la puerta. A la mañana siguiente sonrió un poco cansado sabiendo que ya no le tocaría a el escuchar las quejas del menor.

-¡Y entonces! ¡Cerro la puerta! La puerta A-Huan ¿puedes creerlo?- Xichen sonrió en su dirección negando un poco- ¡Yo tampoco!

-Entonces, estás molesto por eso- afirmo tomando de su batido de plátano.

-¡Por supuesto! Exijo un buzón de quejas de fantasmas, tengo unas cuantas ideas.

-No creo que eso sea posible- le dice ofreciéndole con un movimiento de su batido.

-Esto va en contra de lo que me enseñaron en la clase de higiene- opina tomando el vaso de todas formas- pero enserió, esta vez estoy muy enojado Lan Huan- le dijo para después tomar del batido- Aun no lo puedo creer ¿a donde se suponía que huyera?

-Creo que ese era el punto A-Cheng.

Jiang Cheng lo miro unos segundos como si fuera la persona más rara del mundo antes de decirle:

-No entiendes nuestra relación, el me espanta y yo corro así funcionan las cosas Xichen.

-No creo que...

-El traiciono mi confianza- le interrumpe como era de costumbre- No sé si sere capaz de perdonarlo.

Bien Xichen oficialmente declara no entender la relación de Jiang Cheng y su fantasma en lo absoluto. Si es que había una.

¬Ateo a MediasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora