𝑻𝒖 𝒎𝒊 𝒄𝒉𝒂𝒎𝒑𝒊𝒐𝒏𝒔 // 𝑹𝒐𝒅𝒓𝒚𝒈𝒐 𝑮𝒐𝒆𝒔

𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝟑

"𝑯𝒂𝒚 𝒒𝒖𝒆 𝒔𝒂𝒃𝒆𝒓 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒆𝒙𝒊𝒔𝒕𝒆 𝒑𝒂𝒊𝒔 𝒔𝒐𝒃𝒓𝒆 𝒍𝒂 𝒕𝒊𝒆𝒓𝒓𝒂 𝒅𝒐𝒏𝒅𝒆 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒏𝒐 𝒉𝒂𝒚𝒂 𝒄𝒐𝒏𝒗𝒆𝒓𝒕𝒊𝒅𝒐 𝒂 𝒍𝒐𝒔 𝒂𝒎𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒆𝒏 𝒑𝒐𝒆𝒕𝒂𝒔. "

𝐕𝐨𝐥𝐭𝐚𝐢𝐫𝐞

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ᴄᴀᴍɪʟʟᴇ ᴘᴏᴠ'ꜱ 

Es hoy. Por fin ha llegado el día con el que llevo soñando toda mi vida y por el que llevo años luchando...trabajar para el Real Madrid.

Me muevo inquieta en la cama que ha sido testigo de las pocas horas de sueño que he disfrutado. Cruzo las manos sobre mi pecho clavando mi mirada en el techo sin encontrar las estrellitas fluorescentes que tenía en Portugal. Todavía recuerdo cuando las coloque, mi padre me aseguro de que pidiéndole todas las noches el mismo deseo terminaría por cumplirse y creo que funcionó.

Me incorporo apoyando la espalda en el cabecero para revisar la hora, es pronto, demasiado. Abro WhatsApp donde me encuentro un audio de mi padre, entro rápido en el chat para contestar.

«Siento hablarte tan temprano pero no he "pegado ojo" en toda la noche. Cariño, hoy empieza la mayor aventura de tú vida y me gustaría estar allí para tranquilizar los inevitables nervios que te tendrán histérica todo el día. Aprende mucho, pero sobre todo disfruta de la experiencia que tu sola te has ganado con esfuerzo y trabajo. Siento haberte fallado como padre al no poder pagarte los estudios, pero quiero que sepas que estoy muy orgulloso de ti. Bueno, voy a ir cortando esto antes de ponerme a llorar o a despertar a los simios que tienes por hermanos. Te quiero mucho, Milly »

Limpio un par de lágrimas rebeldes que ruedan por mis mejillas deseando tenerle delante para decirle que no me había fallado como padre, que ha sido el mejor que la vida me pudo regalar y que yo quise trabajar para no ser una carga a la economía familiar. Y como no, que yo también le quiero...más que a nadie en el mundo.

La relación con mi padre siempre había sido distinta. Todo el que nos conoce puede asegurar que soy su versión en femenino y no porque soy casi idéntica a él físicamente, que también, sino por lo parecido de nuestras personalidades. Para mi lo es todo y es algo que nada ni nadie podrá cambiar por eso desde que nos dieron la terrible noticia de su enfermedad decidí echarme el peso de la familia a la espalda y ayudar en todo lo que estuviese en mi mano. Era eso o deprimirme, la segunda ni siquiera era una opción para mí.

«No vuelvas a decir que me has fallado porque no es cierto, papá. Gracias por todo y por seguir adelante por nosotros. No te equivocas en la parte de que estoy atacada, pero la felicidad opaca eso, a la salida te llamo. Te quiero»

Voy directa al baño para poder tranquilizarme, aquel mensaje lejos de buscar mi paz la había trastornado sin ninguna intención. Abro la manilla del agua y entro a la ducha, dejo que el agua caliente destense lentamente mis músculos consiguiendo relajarme. Unos diez minutos después salgo del baño envuelta en una toalla. Abro el armario y me paro frente a él inspeccionando toda mi ropa- tampoco es que tenga tanta, pero es más que suficiente-. Quiero ir cómoda pero elegante al menos hasta ver cómo va el resto. Me coloco el polo del club que me entregaron el primer día que fui a Valdebebas, fácilmente lo conjunto con unos jeans largos con pequeñas roturas en la rodilla y unas converse blancas.

Me preparo un café, aunque lo odie, y un plato de fruta para desayunar mientras veo TikTok para matar el tiempo que me sobra. Cuando termino me voy directa al baño para lavarme los dientes y maquillarme ligeramente- Corrector en la zona de las ojeras, un poco de mascara de pestañas y brillo en los labios-. Guardo todo lo necesario en un bolso y salgo ya de casa, me pongo los cascos dispuesta a ir andando. Podría ir en autobús reduciendo mi trayecto a cinco minutos, pero necesito aire fresco y en un automóvil con veinte personas más no lo voy a encontrar.