Capítulo IX

132 17 0
                                    

||<¿me permites esta pieza?>||

El bicolor veia a su hermana sin comprender exactamente como debía bailar comenzando a frustrar a la chica albina que no sabía que hacer hasta que un destello esmeralda se atravesó en su campo de visión, el joven caballero estaba viendo con atención lo que hacian moviéndose de forma inconsciente en su lugar bailando al compás de la música haciéndo sonreír a la alegre joven que sin pensarlo se acercó y lo tomó de la mano para guiarlo al centro del salón asustando un poco al chico

—Vas a practicar con él

Menciona la joven alfa asustando aún más al caballero y confundiendo al mitad albino mitad pelirrojo

—Fuyumi, debiste preguntarle primero si quiere o no—menciona en un tono tranquilo

—Mmmh... Caballero de brillante armadura ¿podrías ayudarle a mi hermano a practicar?—pide con una gentil sonrisa al incómodo joven que suspiro de forma pesada

—Si el príncipe Shoto desea mi ayuda no soy nadie para negarme a este gran honor

Contesta lo más educado que puede haciendo suspirar con pesadez al bicolor

—Lo vez shot-

—No estas obligado a ayudarme, si no deseas bailar no tengo problema

Interrumpe en un tono neutro haciendo sentir mal al peliverde que respiro profundo deseando no arrepentirse después de lo que va a hacer

—Príncipe shoto ¿Me concede esta pieza?

Pregunta con una dulce sonrisa y estirandole la mano al bicolor que lo vio unos segundos con sorpresa terminando por aceptar la invitación con una pequeña sonrisa haciendo que su hermana salte con emoción en su lugar

—¡perfecto! ¡Repitan la pieza!

Ordena la alegre chica después de quitarle el casco de la mano al peliverde y hacerse a un lado dejando a su hermano y caballero comenzar la danza

Algo nervioso el bicolor entrelazo sus dedos con los del peliverde y lo tomó de la cintura atrayendolo a su cuerpo haciendo sonrojar al menor que de forma nerviosa posó su mano en el hombro del bicolor

La pieza volvió a sonar y la voz de la joven también resonó en el gran salón

—¡Tu comienzas el baile shoto!

Respira profundo el bicolor para así comenzar el baile guiando con algo de torpeza al peliverde que de un momento a otro fue quien guiaba ahora el baile

—Relájese...—susurra el peliverde apretando un poco el agarre en la mano del bicolor que respiro profundo y asintió suavemente habiendo los movimientos más lentos y suaves relajandose un poco

Ambos jóvenes danzaban por el salón bajo la atenta mirada de la albina que sonreía fascinada al ver a su hermano un poco más suelto dejándose llevar por la elegante música y el oji-esmeralda que ya no se veía tan tenso al estar cerca del joven al contrario se notaba más relajado

La pieza por fin finalizó haciendo que el peliverde y bicolor quedaran muy cerca el uno del otro estando con la respiración agitada y la mirada conectada

—¡Eso fue magnífico!

La voz de la joven resonó sacando de su burbuja a los dos jóvenes que se separaron casi de inmediato estando con un leve sonrojo

—Supongo que lo fue...

—¿supones? ¡Lo fue! Nunca te vi bailar así de espléndido la forma en la que te movias con tanta ligereza al compás de la música, las vueltas y ese final fue algo increíble

Alaga estando emocionada recordando a detalle como su hermano bailaba y se movía de forma suave y no rígido y de forma torpe como siempre lo hacía terminando frustrado

—Y tú—voltea a ver al caballero que salta en su lugar—¡Bailas increíble! No creí que un guerrero pudiera bailar así de bien ¿Donde aprendiste?

—a-ah siempre me ha gustado el baile, majestad—Contesta algo nervioso

—bueno lo haces muy bien y en serio en serio me encantaría que le ayudaras a mi hermano durante sus clases de danza

Pide haciendo sonrojar al menor que no sabía cómo negarse pues a pesar de que disfruto bailar en el enorme salón con el bicolor no se podía dar esa libertad

—Es un honor majestad pero no puedo hacerlo, solo soy un caballero que no es digno de algo como eso

Contesta haciendo que la joven haga un puchero

—¡Aah! ¿Pero por qué? Bailas increíble y te necesito aquí!! Por favor ayudame

Pide en un tono suplicante agarrando la mano del peliverde que no sabía como reaccionar

–Es más si lo que te asusta es que te vean no te preocupes que nadie se va a enterar ni te meteras en problemas pero por favor ayúdame

Súplica sin dejar más alternativa al chico que suspiro y asintió aceptando ayudar al bicolor con sus clases de baile haciendo más que feliz a la joven alfa que agradeció con una cálida sonrisa dejando una agradable sensación en el pecho del menor

La princesa era realmente dulce y amable nada parecida a su gruñón padre

El príncipe y el guerrero (tododeku) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora