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Hogwarts lleva años siendo la casa para miles de magos que buscan mejorar o controlar su magia, teniendo grandes leyendas como lo fue Harry potter. Después de esa gran historia y todo el legado que dejó, la profesora McGonagall quedó como directora de Hogwarts.

Con toda la historia vivida y al ya saberse que el señor tenebroso y la mayoría de los mortifangos fueron pertenecientes de Slytherin, las demás casas se encargaron de rechar y despreciar a todo integrante de esa casa, tanto fue el problema que hubieron padres que pidieron al mismo ministerio de magia que solo fueran 3 casas, pero la profesora McGonagall se negó, alegando que no era culpa de los estudiantes los actos atroces que realizaron aquellas personas y no por sólo pertenecer a cierta casa, significaba que todos serían malos. Al final la profesora McGonagall ganó y continuaron siendo 4 casas Gryffindor, Revenclaw, Hufflepuff y Slytherin.

Aún cuando Slytherin continuó siendo parte de Hogwarts, el desprecio continuó, tanto que no era bien visto que las otras 3 casas se relacionaran con Slytherin, por lo cual los de Slytherin prefieron solo relacionarse entre ellos.

...

-Jungkook, ya decidiste que vas hacer este año?

-¿A que te refieres Tae?

-No te hagas el idiota, sabes que Jimin quiere que lo de ustedes sea oficial ante todos, no quiere que se sigan escondiendo, vamos, ni siquiera los demás saben lo tuyo con Jimin, si no fuera porque Jimin es mi amigo y los encontré ese día en las canchas de quidditch, tampoco lo sabría.

El pelinegro tomó entre sus manos sus largos cabellos estirandolos en señal de estrés. Sabía que su novio no quería seguir ocultando lo suyo, pero no sabía cómo revelar lo de ellos y no era por el tema de relación chico-chico, ese tema no importaba, las relaciones homosexuales en el mundo mágico eran más comunes que en el mundo muggle. El verdadero problema es que su novio era de Slytherin y el era de Gryffindor, sería la burla de todos si se sabía que el, el prodigio de Gryffindor estaba loco hasta los huesos de un pequeño pelirubio perteneciente a Slytherin. Pero no podían culparlo, Jimin era uno de los chicos más guapos de todo Hogwarts, sino que hasta el más hermoso de todos; su hermosa cara bien definida, con unos carnosos labios que todo el tiempo estaba mordiendo, provocando que más de uno quedara hipnotizado por ellos, o su cuerpo con curvas bien marcadas, su cintura era tan pequeña que hacían resaltar aún más su trasero pomposo. Park Jimin definitivamente era perfecto a la vista de cualquiera, el único defecto era que era parte de Slytherin y por eso muchos no se acercaban a él por el que dirán.

Jungkook nunca fue una de las personas que tuviera odio hacia una persona solamente porque si, entonces nunca se dejó guiar por los comentarios de los demás, su grupo de amigos se conformaba por dos Revenclaw, un Hufflepuff, otro Gryffindor y un Slytherin, nunca le importo lo que dijeran de el. No fue hasta que empezó a crecer y empezó a llamar la atención de muchos por su gran atractivo, su gran talento para el quidditch y ser un gran mago; fue ahí que se dejó guiar por los comentarios de la gente, conforme fue pasando el tiempo y se hacía más conocido, empezó a cuidar lo que hacía para agradarle más a las personas, el estaba enamorado de la atención que recibia, tanto que haría lo que fuera para seguir teniendola, aún si eso significaba cambiar sus ideales.

A pesar de todo, su gusto por Jimin nunca se fue, pero no podía simplemente hablarle, si fuera de otra casa todo sería tan sencillo, pero ni siquiera sabía cómo hablarle, no sabía si lo odiaría solo por ser de Gryffindor y no quería que alguien se enterara que le gustaba un Slytherin.

No fue hasta que vio a uno de sus amigos, más especifico a Taehyung, platicando tan amenamente, que decidio acercarse a Jimin. Pero no lo hizo a la vista de todos, fue un día que terminaba su clase de defensa contra las artes oscuras, que vio su oportunidad.

Jimin estaba tan centrado en llenar un pergamino que se había ganado como castigo, que no noto que la clase había teminado. Jungkook espero que todos salieran del salón y se quedó con la excusa que quería revisar algo antes de irse. Cuando por fin salió el último estudiante, se acercó a Jimin con nerviosismo, había logrado quedarse a solas con el, pero, ¿y ahora que le diría? Ni siquiera estaba seguro de si por lo menos le agradaba o si al menos sabía de su existencia. Tomó un respiro y se acercó hasta quedar frente a él.

Jimin levantó la vista mirándolo con confusión, miró a su alrededor notando que estaba completamente solo con aquel chico tan atractivo, regresó su vista al pelinegro y cuando iba a pronunciar una palabra fue interrumpido por la gruesa voz del chico que tenía enfrente.

-Hola Jimin, soy Jeon Jungkook.

-Se quien eres Jeon, más bien, todos en Hogwarts saben quien eres, lo que me confunde es que el prodigio de Gryffindor conozca el nombre de una escoria de Slytherin.

Jungkook estaba asombrada, no solamente por lo hermoso que se veía de cerca Jimin, sino por la reacción que había tenido el chico, definitivamente no había esperado ese tipo de reacción, el estaba entre que el rubio cayera en sus encantos con simplemente verlo a los ojos, como muchas veces le había pasado con las chicas de las otras casas, pero era esperar demasiado, su otra opción un poco más pesimista era que lo mandara a la mierda con solo verlo.

-Yo, bueno... es que yo...

-Perdón, creó que fui muy grosero, de verdad perdoname, este pergamino me tiene de malas, no quise sonar grosero.

Bueno, ahora Jungkook si que estaba confundido, la primera reacción lo había tomado por sorpresa, pero que ahora el chico se comportara tan amable, si que lo había aturdido y no sabía cómo contestar, a parte de que Jimin se veía tan jodidamente adorable, era la primera vez que Jungkook se quedaba sin habla.

-Estas molesto, ¿verdad? Lo juro que no era mi intención hablarte así, no quiero que pienses que soy un grosero solo por ser de Slytherin, yo de...

-No, Jimin tranquilo, solo que me tomaste de sorpresa, no creó que seas alguien grosero, al contrario, creo que eres alguien muy... lindo.

-¿Lo dices enserio? -las mejillas del pelirubia comenzaban a tonarse rosadas y sólo pudo ver al pelinegro asentir con la cabeza- gracias.

Y fue en ese momento que después de terminar su última clase, ambos qe quedaban más tiempo solo a platicar y conocerse más, Jungkook entendio que no todos los Slytherin eran odiosos como los que siempre los buscaban para pelear, Jimin y Yoongi era los dos únicos Slytherin que de verdad le agradaban. Con el tiempo prefirieron cambiar sus reuniones a un lugar más privado donde estuvieran más tranquilos.

Todas las tardes después del entrenamiento de quidditch, Jimin iba hasta la cancha para encontrase con Jungkook y ir a los límites con el, hacia el bosque para poder estar los dos solos sin que nadie los molestara, solo ellos dos hablando y jugando. Fue con el tiempo que la tensión entre ambos fue creciendo y no pudieron resistirlo, ahora las tardes de charla, se volvieron largas sesiones de besos con Jungkook sentado apoyado en una gran roble y Jimin sentado sobre sus piernas, así se iba toda la tarde, ellos juntos contando sus días y luego terminar en besos que los dejaban con los labios inchados y rojos de tanto besarse.

Todo pintaba perfecto, ese parecía ser su lugar seguro, hasta que en una de sus tantas sesiones Jungkook pudo ver una figura extraña entre los árboles y lo que menos pensó es que fuera un estudiante y por el miedo de que pudieran lastimar a Jimin, toma la pequeña mano del pelirubio y salió corriendo de ese lugar, para refugiarse en la cancha de quidditch, desde ese momento, prefierio que se vieran ahi, a tener que volver a ir hasta el bosque prohibido y arriesgar a Jimin.

Fue una tarde en la que después de perseguir a Jimin por toda la cancha para atraparlo y poder besarlo, porque el pelirubio le pareció divertido negarle un beso a Jungkook después de que el pelinegro dijera que Jimin abusaba de sus delgados labios. Después de atrapar al rubio y acorralarlo contra la pared para poder besarlo bien, que no se percataron de la presencia de un castaño que los veía con cara de asombró que parecía que sus ojos abandonarian su cara en cualquier momento.

El cáliz de fuego-KMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora