𝐏𝐀𝐈𝐍 | Donde aquel chico de pelo rubio cenizo trata de sanar su dolor atravez de cartas, para aquella persona que jamás pudo salvar.
🧴𖥻 ִ ۫ ּ ﹗ ❝ Dime ¿Cómo
や よ ら puedo sanar
യ🍶₊ ˚ᥐ este dolor que
𓍢 🎐˳ ׁ ⬦ hace que me
☁️ント！ sient...
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❝ ¿Esto es un sueño? ❞
🧴₊˚✧ Omniciente :
Todo aquello que rodeaba a el chico eran lágrimas, ¿En qué momento todo se volvió blanco y negro para el? Se sentía miserable, se odiaba ¿Cómo el quería ser un héroe si ni siquiera pudo salvar a esa persona?
Más bien, salvarla a ella.
¿Cómo es que no pudo salvarla?
Se sentía tan imbecil y cobarde por no haberlo logrado. Ahora que ella se había ido se preguntaba si el propósito de héroe valia la pena.
Apretó los puños al escuchar el nombre de la chica, tenía esa sensación de querer llorar.
¿Por qué no regresaba? Se preguntaba aquello en este momento.
Miro a la gente que se encontraba en el entierro de la joven, tanto sus compañeros como su familia, alto.
Su familia no estaba, solo se encontraba aquella señora de tercera edad. Parecía ser abuela de Kanao, tenían cierto parecido.
De momento todos sus compañeros de clases se levantaron dejando aquellas rosas rojas y blancas.
Miro a Midoriya para ver como este miraba la rosa, en la mente del peliverde surgía tantas preguntas ¿Por qué se sacrificó? ¿Que ganaba haciéndolo? ¿Lo habrá hecho por querer morir desde un inicio?
Este dejo la rosa en la tumba, todos empezaron a marcharse después de haber dejado aquellas cosas. Kirishima se encontraba alado de Bakugo, sabía que su amigo no estaba bien.
¿Cómo iba a estarlo después de ver morir a quien se supone que iba a salvar?
—¿Puedes irte Kirishima? —pregunto en voz baja —quiero estar solo —murmuro en baja y este le dio un "si" para retirarse.
Una lagrima salió del rubio una vez su amigo de pelo rojo se había ido, este no se hizo nada para detener aquella lagrima, la señora de la tercera edad se acercó al chico.
—Se que duele, Kanao era tan cerrada en sus problemas pensé que en algún momento aquellos problemas desaparecerían sin embargo eso nunca paso —miro la lápida —mi nieta se fue sin saber cuánto la amo —miro a Katsuki y este no dijo nada —¿Y tú muchacho?.
Este trato de formar una palabra y no lo logro, realmente estaba ahí por culpa. Nunca pudo salvar a su amiga, a su preciada amiga. Aquel dolor lo carcomia quería buscar un motivo para seguir su profesión de héroe, pero no había logrado ni siquiera salvar a la chica que juro algún día rescatar.
Se sentía de la mierda.
Más lágrimas salieron sin avisar y este ya se encontraba sollozando.
—Espero pronto te recuperes, la vida da golpes que hacen caer a uno, sin embargo hay que levantarse —motivo la anciana –hasta luego muchacho.
