SAN VALENTÍN (TERMINADO) ✔️

Capitulo 15.

Ha pasado ya una semana, que rápido pasa el tiempo, no ha sido tan feo como lo pensé, Daniel es "lindo" y tranquilo.

Sin embargo, hoy tenemos una reunión en su casa, todas las personas de esa vez van a estar ahí.

Sigo extrañando a las gemelas.

—Vamos—me subo a su carro y nos vamos hacia su casa.

Todos estos días él se ha quedado conmigo, según no quiere estar solo.

Han Sido días bonitos.

—¿No me darás un arma?—pregunto, una nunca sabe lo que pueda pasar.

— No es necesario, yo puedo protegerte, además, no va a pasar nada malo.

— No siempre estarás ahí, yo también debo protegerme.

— Ahora no es necesario, estaremos en un lugar seguro.

— Okey.

Estaciona el auto minutos después de estar conduciendo.

— Mi padre ya nos está esperando.—agarro su mano y entro con él a su casa.

— Buenas tardes.—saludo a todos, reconozco miradas de odio, quien sabe porque, igualmente no me voy a esforzar en saber algo que me vale tres pepinillos.

— Que bueno que ya llegaron.—me dice mi suegro dandome un breve abrazo y un apretón de manos a su hijo.

— Si.

— ¿Ahora?—eso digo en un susurro a Daniel.

— Solo dame la mano.—hago lo que me dice.

— A mi despacho todos.—vuelve a hablar Daniel y con él nos vamos hacia ese lugar.

— Después de que mi mujer haya matado a ese traicionero, ya no confío en nadie, Waldo era uno de los mejores y miren como termino por hacer algo que no debía.

— Ayer me metí a la estación de policías y llegué a escuchar a algunos de ellos que iban a atacar el lugar en donde hicimos el evento... Eso significa que ya están cerca.—dice alguien de las personas que están aquí con nosotros.

— Maldita sea, Waldo los dejo informados.

— Si llegan hasta allá de alguna manera encontrarán el lugar de donde proviene todo lo que hacemos.

— Tengo una idea.—digo.

— Es mejor que no se meta en esto, usted es nueva...

— Cállate, que mi mujer esta hablando.—lo calla Daniel.

— Escuchen, el celular de Waldo no está destrozado, aún sigue teniendo el contacto de ese policía, igual mandamos unos mensajes y le decimos que esa dirección ya no es, y el lugar que pondremos le haremos un ataque, para de una vez terminar con todos ellos...—digo la idea que se me vino a la cabeza.

Todos quedan en silencio, como si estuvieran considerandolo.

— No suena mala idea.—dice el mismo chico de antes, el que dijo que había entrado a la estación de policías.

— Ya que nadie que Waldo está muerto, además de nosotros.

— Queda, eso es lo que haremos, ustedes ya váyanse, estaré organizando.—todos se van y recién me doy cuenta de que Renzo no estaba.

Me quedo sola con Daniel.

— Muy buena tu idea.—habla Dani y yo solo sonrío.

— Gracias.

— ¿Lo hacemos?—pregunta refiriéndose al plan.

— Está bien.

Buscamos el teléfono de Waldo y dejamos los mensajes respectivos.