Mi nombre es Yoshikage Kirashi, tengo 33 años y mi casa está al noroeste de Morioh donde están las casas grandes. Trabajo como empleada en el supermercado Kame Yu y llego a casa más tardar a las 8 p.m. No fumo y bebo solo en algunas ocasiones, duermo a las 11 p.m. y siempre procuro dormir ocho horas después de beber un vaso de leche tibia, hacer 20 minutos de calistenia y cumplir mi rutina de belleza. Suelo dormir hasta la mañana y despierto sin fatiga ni estrés, justo como una bebé. En mi último chequeo me dijeron que estoy sana y no, no estoy casada.
Si me preguntaran quién soy, esto es lo que respondería. La gente no tiene necesidad de conocerme más a profundidad, en primera porque no deseo llamar la atención y en segundo porque tengo un pequeño secreto, pero eso no es importante.
Hoy es un día como cualquier otro, vine a trabajar a la oficina y aunque puedo escuchar los chismorreos detrás de mí no me importa, siempre hablarán de mi falda, de mis piernas, mi corbata, algún rumor de que soy la amante del gerente. Dios, puedo soportar que hablen de mi ropa, después de todo sé que hablan con envidia pues esos miserables no tienen buen gusto ni sentido de la elegancia para nada pero ¿Enserio? ¿Yo? ¿Amante del gerente?
No solo es un tipo desagradable, gordo, sudoroso y feo, tiene unas manos horribles, dedos chatos y gruesos, un par de verrugas, incluso a la distancia puedo distinguir la sudoración en sus palmas y el vello descuidado en sus nudillos. Un desastre, eso es lo que es.
Nunca, jamás en mi vida podría meterme con un tipo con manos tan desagradables.
Sonará tonto pero como mujer tengo estándares altos para conseguir una pareja. El primero de todos ellos son las manos, unas buenas manos dicen mucho de un hombre. Manos grandes, fuertes, varoniles, dedos largos, nudillos poderosos, ásperas a la par de suaves... si, unas manos bien cuidadas me dicen mucho sobre el carácter de un hombre.
Aunque claro, no es una regla general. He conocido decenas de hermosas manos que lamentablemente estaban adheridas a horribles adefesios, golpeadores, ladrones, débiles, estúpidos, asquerosos, encimosos, flojos. A veces los malos hombres tienen hermosas manos y eso es una cruel ironía de la vida.
Fue en la escuela secundaria donde escuché a un grupo de chicas hablando sobre el romance, decían que si algo no les gustaba de un hombre tenían que cambiarlo poco a poco, convertirlo en el hombre perfecto para ellas. Era una maravillosa idea pero yo no tengo tiempo para arreglar hombres, va en contra de mi búsqueda de una vida tranquila y apacible, tenía que cortar el problema de tajo.
Jeje, y lo digo literalmente.
Si el hombre es una mierda pero tiene hermosas manos la solución era bastante obvia, solo debía conservar sus manos.
De esta manera he tenido las relaciones más maravillosas del mundo, mis ex novios me dan felicidad y placer y a cambio yo les regalo los accesorios más maravillosos para lucir en sus manos. Lamentablemente mis relaciones no duran, no es que le tema al compromiso, es que ellos empiezan a apestar.
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El infierno en la palma de tu mano (KiraFemxJotaro)
FanfictionYoshikage Kirashi, una atractiva y rubia mujer, caminaba por el supermercado buscando ingredientes para surtir su alacena, todo como parte de su habitual y tranquila rutina. Sin embargo unas atractivas manos y seductores ojos azules se cruzan en su...