Cap.1

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En el mundo los alfas tenían toda la autoridad, y sobre eso, las diversas mafias que existían, pero había una que destacaba por lo poderosa que era, aquella era la mafia Rusa, la cual era temida por todos, en especial por el líder de esta, que era un alfa que no dudaría un segundo en matar de ser necesario, todos sabían que si no querían problemas, no debían de interponerse en el camino de aquel alfa. Aunque claro, nunca faltan los "valientes" que piensan que podrán asesinar a la cabeza de la organización, esos "valientes" nunca más se volvieron a ver, dándonos una vez más la demostración del poder que había en la mafia y en los integrantes de ella.

Algunos líderes de mafias mandaban asesinos por la cabeza del alfa, pero ninguno había regresado, también realizaron varias emboscadas a fiestas y eventos a los que asistía el ruso, pero al igual forma, habían fracasado. Era admirable de ver como la mafia contraria terminaba masacrada por completo, y el pelinegro salía sin ningún rasguño, mostrando sus fríos ojos color carbón, luciendo siempre elegante con aquel traje negro hecho a su medida.

Desde aquellos incidentes, varios dejaron de intentar algo contra el azabache. Ahora habían cambiado de táctica, ofreciendo a los más hermosos omegas que tenían en su poder, pensaban que con aquellos regalos se ganarían la confianza del alfa, bien equivocados que estaban, pues el alfa había rechazado a cada omega que le traían, mostrando una expresión seria y fría, haciendo que varios temblaran del miedo .

Lamentablemente en esa época los omegas eran tratados como objetos, no había ninguna ley que resguardara a los pequeños seres.

En todo ese tiempo al alfa no se le conocía ninguna pareja o heredero, no sabían si este lo tenía escondido de todos, pues la seguridad y lealtad que había dentro de esa mafia era inmensa, los alfas, betas y algunos omegas que la conformaban estaban dispuestos a morir antes de revelar información de la organización o de su líder, además de que eran sumamente fuertes como para ser un blanco fácil.

En definitiva aquella organización era la que reinaba, les gustara o no.

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Rusia

En una oficina de grandes ventanales que ofrecía una hermosa vista, se encontraba sentado un alfa de cabellos azabache, piel blanca como la nieve y unos penetrantes ojos negros como el carbón, a su lado, recostado en la alfombra, se encontraba un Husky Siberiano de pelaje blanco, se encontraba durmiendo tranquilamente mientras su amo revisaba algunos papeles.

Después de unos minutos se fijó en la hora, colocándose de pies mientras tomaba su saco para luego dirigirse hacia la puerta junto a su fiel compañero, al abrir la puerta, se encontró frente a una alfa.

—Justo te iba a tocar la puerta.—Mencionó con una pequeña sonrisa.

—Esta vez no se me olvidó Sakura.—le dijo a aquella persona mientras salía de su despacho.

—Boss.—escuchó el ruso viendo a unos cuantos pasos se encontraba un pelirrojo y una pelimorada, ambos omegas.

—¿Cómo les fue?

—¿Cómo crees que nos fue?—Dijo la pelimorada mirando con el ceño fruncido a el ruso.

—Misión completa Boss, no quedó ningún sobreviviente.—Respondió el pelirrojo llamado Gaara, ambos omegas eran los asesinos profesionales que contaba aquella familia, fieles a la organización y bastante famosos en el bajo mundo, podía pasar desapercibida en su papel de "omega sumiso" la increíble fuerza que ambos poseían, y aquello, era un gran beneficio al momento de realizar sus misiones.

—Buen trabajo Hinata.—Mencionó la pelirrosa mientras acariciaba los suaves cabellos de la menor.

—Hmp.—Hizo un quejido la omega para luego salir del lugar ocultando el lindo sonrojo que tenía en sus mejillas.

—Ya saben lo tsundere que es. Nos vemos después Boss, Sakura.—Se despidió Gaara, para luego alcanzar a la menor.

—Será mejor que nos apresuremos.—Recomendó la alfa mientras tomaba dirección a el ascensor.

Al llegar al subterráneo se acercaron a un vehículo azul eléctrico, que tenía los vidrios polarizados.

—Tenemos una reunión con los yakuzas, ¿cierto?

—Si, al parecer quieren llegar a un acuerdo con usted para importar y exportar.

—Mmm, espero que no sea otro de sus planes para realizar alguna emboscada.

—Bueno, algunos nunca se rinden, como dice Hinata, son demasiado idiotas y creen que laguna vez podrán ganar. Aunque espero que no vuelvan con su táctica de traer más omegas.

—Espero que no, su aroma me es asquerosamente dulce, te juro que en ocasiones me dan ganas de vomitar cada vez que se me acerca uno de ellos.—Decía mientras fruncía el ceño al recordar aquello. Varios líderes intentaron comprarlo con omegas, pero el fuerte aroma de estos solía repugnar le a el alfa.

Sakura no dijo nada contrario a lo que había dicho su líder, pues sabía que tenía toda la razón, fueron varias veces las que ella había acompañado al mayor a esas reuniones, así que sabía perfectamente lo que Sasuke sentía con tan empalagosos aromas. Ahora solo esperaba no volver a tener una experiencia similar en esta reunión.

Al llegar al lugar, aminaron hacia la entrada sintiendo las miradas de los betas sobre ellos. Había que admitirlo, no era tan común ver a dos alfas tan atractivos e imponentes como lo eran ellos dos.

Siguiendo a la recepcionista llegaron hasta la mesa en donde se encontraba aquella persona con una vestimenta un tanto rara, pero no tomaron importancia a eso, enseguida comenzaron con las negociaciones, viendo los pro y contras que tendría aquel negocio para la organización del ruso. Tras varios minutos de discutir cerraron el trato siendo el mayor beneficiado el ruso, quien mostraba una sonrisa made in Uchiha.

El líder de los yakuza hizo un gesto a uno de los hombres que le acompañaba susurrándole algunas palabras a el oído, para luego este saliera del lugar haciendo que Sakura estuviera completamente atenta a su alrededor, con una mano cerca del arma que llevaba por cualquier percance; en cambio el ruso estaba por completo serio, preparado para cualquier cosa.

—Espero que acepte este pequeño obsequio como una muestra de mi gratitud hacia usted.—Mencionaba el sujeto mientras aquella persona que anteriormente había salido de la habitación, traía arrastrando a un pequeño omega que vestía un ¿kimono? ¿o será una yukata? El alfa realmente no tenía idea de como se nombraba aquel ropaje.

El sujeto empujó a el omega, haciendo que tropezara y cayera al suelo de rodillas frente al ruso, aquel omega tenía unos cabellos rubios y piel acanelada que combinaba a la perfección con lo que traía puesto, tenía ambas manos amarradas y sus ojos...

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El sujeto empujó a el omega, haciendo que tropezara y cayera al suelo de rodillas frente al ruso, aquel omega tenía unos cabellos rubios y piel acanelada que combinaba a la perfección con lo que traía puesto, tenía ambas manos amarradas y sus ojos eran cubiertos por una tela, al igual que su boca. Se notaba a kilómetros que el omega estaba muerto de miedo debido a el temblor de su cuerpo. El ruso estaba a punto de rechazarlo como a los otros, pero sintió un delicioso aroma en el aire, un aroma a cítricos con unas gotas de miel , algo simplemente delicioso que se le antojaba de una manera que nunca hubiera imaginado, enseguida comenzó a oler el lugar para estar seguro de que ese aroma venía de aquel omega, al estar cien por ciento seguro de quien provenía ese aroma, no pudo evitar que una sonrisa se le dibujara en el rostro.


Continuará...

𝒫𝒶𝓇𝑒𝒿𝒶 𝒹𝑒 𝓊𝓃 𝑀𝒶𝒻𝒾𝑜𝓈𝑜 ✻ 𝒮𝒶𝓈𝓊𝓃𝒶𝓇𝓊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora