—Yo creo que eres bueno.
—Es porque no me conoces.
El chino de en ese entonces, once años, se balanceaba con calma, casi sin energía en el columpio mientras el chico de doce años empezaba a disminuir la euforia con la que se balanceaba para poder hablar mejor con su amigo.
—No eres malo, Han, solo eres diferente.El mencionado miró con una sonrisa a su amigo, llevaban cinco meses de comunicación y adoraba con todo su ser a YiFan, era un niño que lo entendía y sino, al menos lo intentaba, no lo juzgaba, claro, no sabía la historia completa, pero tenía pena de decírselo y que sintiera lástima. No quería perder su amistad con él.
Luego de una tarde en el parque, la madre de YiFan le avisaba que debían irse, entonces ambos niños se despedían y LuHan regresaba a su trabajo. No estaba orgulloso de lo que hacía, habían pasado dos años desde que MinSeok llegó a Matryoshka y verlo ahí cada día le hacía caer mayor culpa de todo lo que hace, pero no podía cambiar su vida, sino hiciera lo que hace acabaría trabajando ahí, y ya había sufrido mucho como para caer en eso, necesitaba sobrevivir.
—Te traje una flor.
LuHan subió a la cama de Elizabeth, la mujer descansaba luego de una noche de abusos de la cual el niño no era totalmente consciente, solo sabía que debía servir mesas, pero no fue sino hasta los trece años que supo lo que sucedía cuando la chica debía ingresar a la habitación privada. La mujer le dedicó una sonrisa mientras tomaba la magnolia blanca que LuHan le había comprado, olfateó la flor y la dejó en el mueble junto a su cama antes de levantarse diciendo que le prepararía algo de comer.
Fue un 23 de diciembre cuando LuHan se despidió de YiFan, el niño castaño corrió hasta su mamá y LuHan aprovechó su tiempo en sacar el walkie talkie que le habían dado, ese día tenía trabajo en terreno, le habían ordenado atraer a un niño de último minuto porque el hijo de un político en ascenso necesitaba un transplante para esa semana, tenía la descripción del niño, cada lunes iba con sus padres al parque a comer helado, así que ahora solo debía esperar, era simple, debía atraerlo con una falsa atracción, nada nuevo.
Pero YiFan regresó con una caja de regalo.
—¡LuHan! Olvidé darte esto.
El chico, confundido tomó la caja entre sus manos, y ante la emocionada mirada del mayor, la abrió sintiendo como su estómago daba vueltas mientras juraba que su corazón llegaba hasta su boca; un conejo de peluche.
—Dijiste que no solías celebrar navidad —comentó YiFan—, creí que era muy triste, todos los niños merecen un regalo de navidad, tal vez no sea lo que esperas, pero cuando lo vi se me hizo muy lindo. Creo que luces como un lobo pero por dentro eres como ese conejo, solo necesitas comprensión.
LuHan estaba haciendo lo posible por no ponerse a llorar ahí mismo, sentía una emoción extraña adueñarse de su cuerpo, como cuando recibía un golpe. Pero no era dolor, era algo más y lo estaba molestando porque sentía una enorme presión en su pecho. Las comisuras de sus labios querían elevarse, era la primera vez que experimentaba la felicidad y él no lo sabía, ni lo supo jamás.
El walkie talkie sonó con un fuerte "¡Se va!" que trajo al menor devuelta a su realidad, al mirar tras YiFan vio como el niño se iba con sus padres mientras comía su helado, algo en él hizo click y sin perder tiempo tomó la mano de su amigo para poder correr, su madre estaba en acera a unos metros de distancia cuando una camioneta paró detrás de ella, la puerta trasera se abrió y dos hombres metieron con rapidez a la mujer que no tuvo tiempo ni de gritar. LuHan sintió como la mano de YiFan se aferraba a la suya, quiso correr hacia atrás y llevarse a su amigo del parque, del país, del mundo si era posible, pero quería irse con él a un sitio donde no pudieran lastimarlo. Pero el mayor se soltó de él para correr directo hacia la camioneta en un acto desesperado por ver a su mamá. Fue lo que selló su destino.
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Rubatosis | ChanBaek
Fanfiction"Estaba tan acostumbrado a ver anuncios sobre chicos desaparecidos, que nunca esperó ver uno suyo". ChanYeol ha muerto, pero él no sabe cómo ni porqué. Su último recuerdo fue haber despedido a un amigo en la parada de autobús y ahora no puede ir al...