A la hora que indicó mi hermano, nos juntamos todo en el hall de entrada.
Vamos vestidos de negro, con nuestra ropa de combate, la protección, y con nuestros armamentos. Todos a excepción de uno.
Atlas lleva puesto lo que usa habitualmente, a menos que este entrenando conmigo... o teniendo sexo. Pantalón de vestir negro, camisa blanca arremangada con los primeros botones desprendidos, y unos elegantes mocasines. Y de él emana ese aroma a perfume y cigarrillos.
Astor lo mira con fastidio, pero luego se encoje de hombros. - Si así lo quieres. - dice. - Será más sencillo para nosotros librarnos de ti, y decir que fue accidental.
- Oh, ¿Quieres apostar? - le pregunta Atlas provocativo.
Emiko suspira con molestia. - ¿Podrían no empezar? Estamos a punto de ir a un ataque y debemos tener la cabeza en frío.
Con Atlas nos dedicamos una rápida mirada, ya que lo que menos estábamos hace un rato atrás era en frío, sino más bien todo lo contario. Calientes. Bien calientes. Con el otro.
La casa podría estar prendiéndose fuego, que se que Atlas no va a salir de dentro mío hasta que ambos terminemos. Ese pensamientos consigue calentarme las mejillas.
Diablos.
- Disimulen. - se queja Lari en un susurro.
- Si, aunque ya todos sabemos que ustedes dos hacen cochinadas en la habitación de Atlas. - menciona Milo. - No somos sordos.
- Aunque desearíamos. - habla Ross por lo bajo.
- Yo agradezco que tengan la consideración de hacerlo en la de él. - susurra Stellan.
- Recemos por que a la tía Arwen no se le de por seguir quitando puertas. - dice Lari.
Atlas se encoje de hombros. - Ustedes se pierden el espectáculo. - hace una pausa. - Soy fogoso en la cama. - agrega divertido.
Reímos a unísono.
- Ja ja ja. - habla Milo con sarcasmo. - Ustedes sigan burlándose, que es verdad. El que quiera confirmarlo sabe dónde encontrarme.
- Basta de charla, vamos. - anuncia Astor.
- Si general. - decimos a coro.
Astor levanta ambos dedos medios. Me mira. - Lideraras el equipo A. - sentencia. - Y ya que tú y Miss Corea se entienden tan bien, ira contigo.
- Y yo que creí que me agruparías contigo. - menciona Atlas. - Que alivio que no.
- ¿Qué? ¿Temes lo que pueda hacerte si no está Izan para protegerte? - inquiere mi hermano burlón.
- No. No quiero ser yo quien tenga que explicarle a Arwen Markov por que tiene un sobrino menos.
- ¿Cuánto a que Astor y Bruce Lee terminan juntos? - le susurra Dexter a Milo, pero todos llegamos a oírlo.
- ¡Sobre mi cadáver! - exclaman a dúo, asqueados.
- Nah, yo le apuesto a él e Izan. - sigue Milo. - Mi habitación está contigua a la suya.
- ¿Acaso soy la unica centrada en lo importante? - pregunta Emiko con fastidio.
- No. - responden a coro Stellan, Lari y Ross.
Astor lanza una quejido. - Pero si tienen la concentración de un grupo de niños. - protesta. Da fuertes palmadas. - Sigamos. - mira a Emiko. - Tú lideraras el grupo B, Dex y Milo estarán contigo.
- Genial, el dúo de tontos.
- ¡Ey! - exclaman los dos.
- Ross, tú el equipo C con Stellan. - sigue Astor. - Y Lari tú conmigo en el equipo D. - nos mira a cada uno. - ¿Alguna duda?
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El legado de la Mafia (Mafia Marshall V)
Romance*SPOILERS "HIJO DE LA MAFIA"* Izan Marshall ha tocado fondo, luego de perder aquello que más quería. Con el corazón roto y desmotivado cree que nada más volverá a producirle alguna clase de emoción, hasta que entra en su vida Atlas Hyun, el heredero...