Capítulo 10. ¿Qué es el Amor?

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Era el día del festival musical donde la banda de Johann daría su primer concierto fuera de la escuela. Todos estaban almorzando en el restaurante del hotel, siendo cortesía del Recording Studio.

—Es increíble que el estudio pagara el almuerzo de 40 personas cuando pudo pagar solo lo de Johann y su grupo —decía Emilly, disfrutando la comida.

—Lo que es increíble es lo que pasó anoche, ¿no, Ellie? —preguntó Joan, con tono picarón.

—Ay... ya les dije miles de veces que no pasó nada. Ni siquiera nos besamos —respondió, un poco triste por lo último que dijo.

—Sí, claro.

—¿Por qué no me creen?

—Llegaste muy tarde y estabas con él. Era un ambiente romántico en la playa, no había otra opción.

—¿Solo por eso? Ustedes saben que no nos va muy bien en nuestra relación. No sabe lo que siente por mí como para ponerse romántico.

—Bueno, una cosa es el sexo y otra el amor. Puede que te haya convencido para después mandarte al diablo —supuso Joan.

—Oigan, están siendo crueles otra vez —regañó Cindy.

—¿Y a ti cómo te fue, Cindy? —preguntó Emilly.

—¡Muy bien! Charlie es muy tierno, se nota que es la primera vez que sale con alguien —dijo, riendo un poco—, debo decir que me gustó su compañía.

—¿Ya son novios?

—No, todavía no. Quiero conocerlo un poco más.

—¿Qué hay de ti, Emilly? Vi que Ellie te dejó a solas con Johann —preguntó Joan.

—Me la pasé muy bien. Yo pensaba que él era engreído, pero estuvimos platicando, es como si quisiera conocerme, ¿pueden creerlo? Me dijo que podía elegir entre sus canciones las que tocaría hoy, porque confía en mi buen gusto.

—Le gustas, Emilly, no hay ninguna duda —comentó Ellie, alegrándose por su amiga—. ¡Eso fue una indirecta!

—¿Tú crees? —preguntaba con ilusión, aunque dijera que no le atraía, no sabía disimular nada.

Por otro lado.

—Ayer estuve con una chica muy sexy —platicaba Zack—, tenía una de las mejores habitaciones con jacuzzi. Sensacional. Y pensar que Joan quiere que me ligue a Marcy.

—¿Qué? ¿A Marcy? —preguntaba Esteban.

—¿Por qué a ella? ¿Es un reto? —añadió Jeremy.

Andrei no le quitaba la vista a Oliver, sabía que en cualquier momento hablaría.

—Sí, un reto. Según ella, no soy capaz.

—Deberías demostrarle que sí —dijo Esteban, riendo.

—¿Bromeas? Si no puedo quitarme a Amanda de encima, menos a Marcy.

—Sí que te quiere joder tu ex.

—No es necesario hacerle caso —aconsejó Jeremy.

Siguieron almorzando. Hubo silencio, hasta que...

—Oigan, ayer conocí a una chica japonesa, se llama Miyako. Me dio su número de teléfono, ¡quiere que salgamos juntos!

—¿Japonesa? ¡Vaya! El sueño de todo otaku —dijo Zack, sin tomarse en serio lo que su amigo contaba.

Esteban y Jeremy rieron también.

—No me creen, ¿cierto? Tengo a Andrei de testigo. Diles que conocí a una chica japonesa.

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