Capítulo 24: Nudos eternos.

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—SETH.

Realmente me habría quedado besando a Horus toda la tarde. Quizás toda la vida.

Pero tenía que ir a convencer al testarudo y orgulloso de mi hermano de volver a la casa. Sabía exactamente dónde iría. Yo también escapaba ahí cuando tenía problemas, cuando pensaba que no podía soportar más mis sentimientos por Horus, cuando odiaba a Osiris lo suficiente como para querer marcharme.

El viejo apartamento en el que habíamos vivido con mis padres.

Cuando mis padres fallecieron, mis tíos intentaron limpiarlo y rentarlo, pero Osiris se opuso con vehemencia, alegando que ese apartamento era propiedad de nosotros dos y que nadie más debería tocarlo. Ahora se lo agradecía. Incluso aunque aquel lugar cada vez me resultaba más extraño. Era bueno tener un lugar al que podía llamar mi hogar.

Cuando entré me encontré con Osiris en ropa interior recostado contra el sofá, rodeado de varias botellas de cerveza. Así que era esa su manera de pasar los problemas. Estaba dormido y se veía mucho más joven, sin su acostumbrada expresión severa su rostro perdía muchos años. Pero había llevado esa máscara de correcta pulcritud prácticamente desde el día en que nos sentaron en la iglesia en el funeral de mi familia.

De alguna manera, se veía mucho más humano.

—Osiris — dije en voz alta, mientras abría las cortinas y las ventanas. Una de las botellas debía haberse volteado en algún lugar, porque apestaba a alcohol.

Mi hermano reaccionó con lentitud sujetándose la cabeza. Le tendí un vaso de agua, que me aceptó de bastante mala gana —¿Qué estás haciendo aquí?

—También es mi casa— le repliqué con algo de pesadez, sin embargo, sabía que no era la verdadera razón — Vine a por ti, ya es hora de volver a casa, con Isis.

—Ya te dije, no tengo intención de volver con ella, tomó su decisión — dijo aún con la voz rasposa mientras buscaba alrededor alguna botella que tuviera algo de alcohol, pero apenas la encontró se la arrebaté de las manos.

—Vas a volver con ella porque la amas. Y ella te ama a ti, no dejes que tu maldito y estúpido orgullo te siga consumiendo, estoy casi seguro de que la persona con la que comparto sangre no es completamente un imbécil — hablé con decisión. Aunque se me hacía realmente extraño hablar temas así con mi hermano.

—Eso no tiene que ver con el problema original, además ¿Qué te importa? Conseguiste tu objetivo, ve a celebrarlo con tu novio y déjame en paz.

Apreté la mandíbula y negué —Horus jamás permitiría que su madre sufriera por su culpa.

—Bastante diferente a ti, entonces ¿No?

Me apreté levemente la sien, mierda, no quería hablar de eso, pero no tenía escapatoria — Yo tampoco quiero que tu pagues por el hecho de que me haya enamorado de Horus.

Me miró unos segundos como si no me conociera y luego maldijo en voz baja — ¿Y entonces qué? ¿Qué pretendes con todo esto?

—Me gustaría decirte que lo lamento Osiris, pero no lo hago, no puedo hacerlo. Soy feliz con Horus, por primera vez en mi vida parece que tengo un lugar ¿Entiendes lo que te digo? Supongo que lo haces, por esa razón estás con Isis.

Osiris lo miró apretando los puños —Maldita sea, Seth, cómo te atreves a comparar...

—Es amor, en cualquiera de sus formas, simplemente es amor, incluso si te parece inaceptable, es el mismo sentimiento, nada más y nada menos que eso.

Osiris comenzó a negar levemente finalmente soltó un suspiro — Amor o lo que sea, continúas arruinando mi vida.

—Eres tú mismo quién lo está haciendo.

SETHXHORUS: Entre el desierto y el cielo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora