CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 19

EMY

Es la primera vez que siento miedo y no por mí, sino por Nika.

Llevo una hora buscándolo y no aparece. No lleva linterna ni ropa suficiente. Ni siquiera el móvil para poder ubicarse. Tan solo lleva el arma y en estas condiciones no es suficiente.

Calmo mi respiración nerviosa y sigo adentrándome en el bosque.

Cuando lo he visto correr de esa manera he tenido que pararme a pensar porque salir así es un suicidio. Si hubiésemos ido así los dos, estaríamos completamente perdidos.

He tenido que entrar a ponerme más ropa, a coger la linterna y también el móvil con la ubicación.

Una hora después, estoy totalmente asustada. Al principio he seguido las huellas que ha dejado en la nieve, pero ha habido un punto en el que han desaparecido. Esto es enorme y no tengo ni idea de si estoy yendo en la dirección correcta.

– ¡NIKA! - vuelvo a gritar desesperada.

Tengo las extremidades heladas, no me quiero imaginar como debe estar él. Como le de hipotermia o algo por el estilo, estoy perdida.

Alumbro el suelo o más bien la nieve que hay sobre él y veo sangre. 'Que no sea suya por favor'.

Calmo el temblor de mis manos y sigo el rastro. Debe de ser suyo o de la persona que nos ha atacado. Llego dos árboles y tengo un problema.

Hacia la derecha, hay huellas. Hacia la izquierda, está la sangre. No sé para donde ir pero tengo que pensar rápido. Cualquier cosa puede ser de cualquiera de los dos.

– NIKA – grito con un sollozo – SI ME ESTÁS ESCUCHANDO, TE VOY A ENCONTRAR.

Le hago caso a mi intuición una vez más y decido ir por la derecha.

Grito su nombre y lanzo un disparo al cielo. Si él puede estar buscándome, que me escuche también. Escucho el rugido de un animal y me paro en seco.

Volteo despacio y un oso enorme viene hacia a mí. Abre la boca a punto de atacar y no puedo ni perder tiempo ni quedarme sin vida.

Aprieto el gatillo dos veces y se desploma en el suelo. Amo a los animales, pero era él o yo.

Sigo andando y las huellas vuelven a desaparecer. 'Por favor Nika, tienes que estar bien'.

Me limpio las lágrimas antes de que se conviertan en hielo y miro a mi alrededor por si estuviera por aquí.

Sollozo cuando me acuerdo de nuestra imagen los dos tumbados en la cama hace tan solo unas horas. Me he sentido increíblemente bien durmiendo en sus brazos y sé que si vuelve conmigo, es algo que no voy a volver a desaprovechar.

A penas me agobia estar con el y es un gran paso. Quiero seguir así, así que juro por lo más grande que tengo que lo voy a encontrar para seguir superándome a su lado.

La rama de un árbol cruje y me giro de inmediato. Alumbro al tronco y veo a mi compañero totalmente abatido.

– Nika joder – corro hacia él.

Lo cojo de la cara y la tiene totalmente blanca y los labios morados, casi negros. 'Está helado'.

No hay ninguna herida visible, la sangre tiene que ser de la otra persona. Sus pestañas están cubiertas de nieve y tiene los dedos de las manos tiesos, literal.

– Nika amor despierta – le muevo la cara pero no reacciona.

Apoyo la mano en su pecho y tiene pulso, pero muy débil. Apenas su respiración se nota.