Capítulo 21: Novedades en el Inframundo

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Kalos Gremory, un demonio cubierto por un avatar de combate hecho completamente de destrucción.

Vali Lucifer, un demonio con el poder del Vanishing Dragon, Albion, un dragón celestial.

Ambos se estaban mirando fijamente, decididos a acabar el uno con el otro.
El lugar temblaba por el increíble poder de ambas estás bestias.

-Ri... Rias senpai...-tartamudeó Issei aterrado-¿Es este el verdadero poder de Kalos?

-Es la primera vez que lo veo así... Se parece demasiado a la presencia de Onii sama.

-Según tu hermano, él tiene el potencial de ser el Gremory más poderoso de la historia-dijo entonces Gabrielle, que se había acercado junto a Penemue, las dos listas para ayudar a Asia a tratar a los heridos.

-Si alguien puede derrotar ahora mismo al Hakuryuukou, ese es Kalos-asintió Penemue, mirando sonrojada al demonio.

Kalos rugió al cielo, a la vez que Vali y los dos se lanzaron el uno sobre el otro, comenzando a intercambiar golpes con gran habilidad y fuerza, uno detrás de otro, pero, mientras que Kalos lograba atravesar una y otra vez la armadura del Balance Breaker, Vali solamente se hería más y más cada vez que intentaba golpearle.

-¡¿POR QUÉ NO PUEDO DAÑARTE?!-rugió exasperado Vali.

-¡¡PORQUE AL IGUAL QUE EN ES PASADO, LA SANGRE GREMORY DERROTARÁ A LA SANGRE LUCIFER!!

Juntó sus dos puños, haciendo que el avatar imitase la misma acción y le asestó un poderoso puñetazo, que lo lanzó con tal fuerza hacia el cielo, que se rompió el escudo protector que los protegía.

-¡RAGNAROK FANGS!

La energía de destrucción del avatar de combate de Kalos adoptó la forma de un ataque aún más poderoso que el que acostumbraba a hacer, siendo este con la forma de una gigantesca cabeza de lobo que hizo temblar de miedo a todos los presentes.
Cuando cesó el ataque, Vali no estaba ante ellos.

-¿Se lo ha cargado?-preguntó sorprendido Issei.

-No-negó Gabrielle-Apareció un aliado... Bikou, el descendiente de Son Wukong... Se lo ha llevado.

Kalos fue haciendo desaparecer poco a poco su avatar de destrucción y, agotado y sin reservas de energía, miró sonriendo a sus amigos.
Entonces, todo su cuerpo se cubrió y, aunque se mantenía en pie y despierto, todos podían sentir como se estaba debilitando.

Para sorpresa de todos, antes de que nadie se pudiese acercar a ver el estado de Kalos, Serafall, la Maou Leviathan, se había lanzado a los brazos de Kalos.

-Mou.... Kal tan, estás muy herido-dijo mientras comenzaba a usar su magia de hielo para ir sanando las heridas del joven carmesí-Pero has sido increíble...-entonces se acercó a su oído, para susurrarle algo-Prepárate en el inframundo para una sorpresa.

-¿Sor... Sorpresa?

Serafall simplemente se separó sonriendo y le dio un beso en la mejilla, para dejar paso a las piezas de Kalos.

-¡KALOS/KALOS SAMA!-exclamaron los diez, saltando a sus brazos sin poder dejar de llorar.

Kalos los abrazó con cariño y sonriendo.

-Ya, ya... los hicisteis genial... No tuve que hacer casi nada después de la paliza que le disteis a Vali.

-Kal kun-dijo emocionada Lavinia-Pensaba que te iba a perder justo ahora que estábamos juntos por fin.

-Ya lo dijiste, ¿no?-dijo sonriendo el joven de cabello carmesí, con Ravel y Valerie abrazadas a su cuerpo-Te prometí no morir hasta haber cumplido todos mis sueños, ¿no? Aún me queda mucho camino por delante.

High School DxD: Principe de la DestrucciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora