•|| Dᴇᴄɪᴅᴇ Tᴜ́ ||• ||RᴜsMᴇx||

•| OO |•

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— ¡¿Por qué no dejas que te explique?! —. Gritó el país Ruso con desesperación, mientras pequeñas lágrimas comenzaban a salir de sus hermosos ojos color plata — ¡No me dejas ni hablar! ¡¿Cómo quieres que te dé una excusa si no me lo permites?! —. Mala elección de palabras, pensó el Ruso.

— ¡¿Excusa?! ¡¿Me darás una excusa?! —. México miró con enojo a Rusia mientras limpiaba una que otra lágrima que había salido de sus ojos dorados, él no quería una excusa, él quería la verdad y del por qué había hecho éso pero le dirían lo contrario, y él no quería eso — ¡Trágate tu excusa barata y lárgate de mi casa! —.

— ¡México nosotros solo estab-! —. Calló al ver cómo México le aventón un jarrón... Y eso le dolió...

— ¡Lárgate de mi casa Rusia! —.

¿Rusia?...

El de clima frío solo miraba como algo negro pasaba de estar en la pared a pegarse al cuerpo de México poco a poco, tenía que irse de ahí lo más rápido posible pero no quería dejar las cosas así, no de este modo.

— México cálmate... Por favor —.

— ¡Te dije que te largues! —.

...

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•| 5 Años atrás |•

— ¡México apúrate, se nos hace tarde! —. Gritó un país portador de cincuenta estrellas mientras esperaba delante de la puerta principal. Tenían una reunión en poco tiempo y si llegaban tarde les iría peor que no ir a una.

— ¡Ya voy! Solo dame tiempo —. Lo último por lógica no lo escuchó el estadounidense pero no le importó, México seguía buscando sus llaves en cualquier lugar con rapidez, sabía lo que pasaría si llegaban tarde pero el quería sus llaves, siempre le pedía prestadas las llaves de cualquier norteamericano y está vez no quería hacerlo.

Los minutos fueron pasando y el de lentes obscuros al no ver que México bajaba subió hasta llegar a la habitación de México y abrir la puerta; al abrirla se encontró a México abriendo y cerrando cajones como loco, con solo saber su tardanza era evidente el porqué.

— México sabes perfectamente que no tengo problema con que tomes mi llave prestada — Dijo recargandose en el marco de la puerta, el de ojos dorados lo volteo a ver. México amaba cuando USA hacia eso, y el contrario lo sabía.

— Lo sé pero... Quiero la mía — Al terminar de decir eso siguió buscando, se agachó para buscar debajo de su cama; al momento de hacer esa acción el de estrellas solo apartó la vista, cualquier país o persona que lo viera en esa posición pensaría situaciones fuera del lugar.

USA suspiró, caminó por un lado de México y al estar frente a él se puso en cuclillas para después con su mano tomar el mentón de México abligandolo a qué lo viera a él.

— Llegando la buscamos ambos pero ya vámonos ¿Si? —. Dijo mientras una sonrisa aparecía en su rostro, México solo apartó la vista pensando por muy pocos segundos — A mí —. Él contrario volvió a verlo, sabía que cuando el estadounidense decía eso era porque él solo quería la atención del mexicano, cosa que siempre obtenía.

México solo pudo reír de una manera leve.

— Está bien, vámonos ¡Pero llegando me ayudas! — México se ponía de pie por ayuda de USA que le extendió su mano al momento que se puso de pie, al estar ambos parados solo caminaron hasta bajar y salir por la puerta principal, México solo espero a USA mientras cerraba la puerta, después de eso ambos comenzaron a caminar.