Stuck In Time.

CHAPTER 17.

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Vueltas y vueltas era lo que muchos daban fuera del área aséptica del hospital en el que YunXi había sido trasladado de suma urgencia.

Todos los pasajeros lograron salir del metro. Todos habían sobrevivido cómo se debía; Xiao Zhan había sido revisado de pasada por el golpe que se llevó al botarse al suelo con YiXing encima.

Estaba bien; YiBo sólo había tenido una ligera quemadura en el brazo que también fue tratada. No sabían si ese iba a ser el fin del bucle; era tan bizarro, la única preocupación que estaba existiendo era el estado del Oficial Luo.

Estaba en grave estado.

Salieron de la sala en donde vendaban la herida del Alfa. Chen FeiYu estaba allí, esperándolos, y cuándo los vió, los detuvo muy rápido.

—Esperen.— ZiXuan no estaba. La pareja podía estar segura de que si ella estuviera presente, Chen no estaría tan alterado. Pero podían comprenderlo; YunXi era su prometido, estaba afectándole tanto su riesgoso estado. —¿Eres Xiao Zhan? ¿El qué se comunicó con nosotros?

—Ah... sí.— Se sentía fatal. Podía ver el dolor en los ojos del oficial.

—¿Cómo sabías que había una bomba en el metro? Dímelo, por favor.

—Oficial Chen; éstos chicos son pacientes también. Por favor, realice sus preguntas más tarde; es el hospital.— Uno de los enfermeros que estuvo con ellos se entrometió.

—No será por mucho.— Quiso proseguir; pero no ganó nada en realidad. Cuándo el responsable de YiBo intentó guíarlos a otra parte, trató de interponerse de igual manera, más un agarre fuerte desde atrás lo detuvo. —¿¡Qué!?

—Cálmate, Yu.— ZiXuan esbozó. Aunque su faceta firme seguía, un sentimiento culpable la inundaba por dentro. —Todo está bien; Luo lo estará, tranquilo.

—Necesito interrogarlos.— La pareja ya estaba siendo llevada a otro lado. Él quería impedirlo a toda costa, pero la mayor otra vez lo detuvo. —ZiXuan, déjame, por favor.

—Yu, no es el lugar adecuado. No estás bien, estás alterado; primero cálmate.— Se giró a los tres que miraban con angustia cómo era que Chen estaba, y les dió una negación. —Váyanse, está bien.

Así que justo cuándo ellos iban a ingresar a la otra sala asignada, docenas de sonidos de cosas cayendo y pasos súper apresurados los hicieron detenerse, pues todo ese ruido provenía del área aséptica.

Las puertas se abrieron con suma rápidez, dejando salir y entrar a más doctores con demasiadas piezas y maquinaria en sus brazos. La luz roja que indicaba la ocupación del quirofano seguía.

Así es, el pánico iniciaba a invadir a Chen FeiYu.

—¡Reanimación!

Ese grito acabó con los cuatro. Sus corazones se salieron de control por completo cuándo más de esas exclamaciones persistieron por mucho, alertándolos cada vez más mortificantemente.

Parecía que nunca acabarían; por cada segundo transcurrido, aumentaban sus volumenes y cantidad de personas que lo exclamaban en alto y con total apuro.

Así por tanto. Wang ZiXuan era quién se encargaba de detener cualquier acción érratica que Chen pudiese hacer en medio de su desesperación por saber que ocurría; mientras Xiao Zhan se odiaba tan profundamente.

De repente la luz roja cambió a verde. Las puertas se abrieron; no hubo necesidad de que pidieran una explicación. Los dos médicos que hubieron de salir primero simplemente les dedicaron una mirada de pena en su máximo esplendor, antes de simple y sencillamente suspirar y dar una negación con la cabeza.