🍹⁀➷𝕋𝕨𝕖𝕟𝕥𝕪🍹

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•EꙆ ρᥲ⳽ᥲᑯo ᑯᥱ Kᥲᥱყᥲ•
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Era claro que, para nuestro protagonista, el pasado no era algo muy agradable de recordar. Según él, no era... "relevante".

Los menores necesitan figuras de apego para el buen desarrollo de su personalidad, para su protección y supervivencia. El daño producido por ellos, de manera repetida en el tiempo, genera un alto estrés y emociones como miedo, soledad, tristeza o ira, que condicionarán la salud mental del futuro adulto. Al no poder alejarse de sus figuras de apego por su necesidad para la supervivencia, el niño debe aceptar el daño, utilizando una serie de estrategias adaptativas al ambiente traumático.

Padres autoritarios, exigentes y distantes emocionalmente, con normas rígidas pero sin dosis de cariño, pueden generar en el niño sentimientos de inutilidad e ineficacia que continuará en la edad adulta. Esto afectará a la autoestima sintiéndose inútil por no conseguir alcanzar sus metas, sin percibir que éstas son demasiado exigentes o no son propias, o generando conductas tiranas por mantener un estatus alto a toda costa para no sentirse un fracasado. El miedo subyacente es dejar de ser bueno, competente o válido, y el pensamiento de tener que ser mejor les persigue en cada momento, incluso en cosas simples. Las frases de los padres se interiorizan y la persona piensa que no ha hecho lo suficiente, generando frustración, ansiedad y menosprecio hacia sí mismo, que suele estar unido a una tristeza recurrente.

Kaeya desde su niñez, o lo poco que recuerda de ella, fue tratado como el "príncipe de Khaenri'ah".

¿Quieren saber más acerca de su historia?

Entonces póngase cómodos, será una larga trama la cual contar... 👑🍷












En un gran jardín, repleto de abundante fauna, el nombre de aquel niño moreno jugando entre las flores, corriendo de aquí para allá, era Kaeya, Kaeya Alberich.

En ese campo, la cantidad de flores era descomunal, desde rosas, hasta jazmines, la variedad era inmensa.
El niño jugaba con las mariposas, no tenía otros niños los cuales jugar, por ende, las mariposas eran su única compañía en ese momento.

- ¡Espera, ven aquí, te atraparé!- Chilló.- ¡Espera, mariposita!

El pequeño moreno, corría de aquí para allá, intentando tomar a la mariposa de colores anaranjados que le seguía el juego.
Su cabello, un hermoso azul marino, le llegaba hasta por debajo de la cintura, alguna veces, por recomendación de su padre, debía atarlo con una coleta para evitar que se dañe. Demasiado tarde, olvidó atarse el pelo y ahora lo tenía todo revuelto, con algo de césped y algunas ramitas de por medio.

Su ropa consistía en un traje de marinero, el color de su prenda era igual que el de su cabello, azul, un azul con dos líneas blancas en las partes inferiores de su remera, pantaloncito y mangas.
La camiseta era de mangas cortas, sus pantalones hasta por encima de las rodillas y, su cuello, estaba adornado con un collar negro.
Otro detalle a tener en cuenta, eran sus adorables medias de color blanco que eran hasta por debajo de sus rodillas y, sus zapatitos, eran negros y con un diminuto tacón que le permitía ser unos centímetros más alto.

Las risas y risas no paraban por parte de peli-azul, el cual tenía toda la ropa manchada de barro al igual que parte de su rostro.
El sol estaba por esconderse, Kaeya dejó de perseguir a su amada amiga alada y se detuvo a contemplar el atardecer, con una enorme sonrisa en sus labios.

Los tonos amarillos y anaranjados adornaron toda la ciudad y parte de su cuerpo, sus ojos, brillaban con intensidad, sus hermosos ojos, tan llenos de vida y llenos de inocencia.

♚Ꭼꮮ ꮮꭼꮐꭺꭰꮻ ꭰꭼ ꮜɴ Ꭺꮮᏼꭼꭱꮖꮯꮋ𓃠 [Genshin Impact]✿[Luckae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora