время играть~ (RusArg y UsArg) 2 Temporada

047

Corría el año 1.860, siendo más precisos un caluroso día de otoño en el territorio donde ahora se conoce como Rusia, allí, un hermoso tigre albino miraba con su semblante serio la llanura, la cual tenía partes cubiertas de nieve y partes que se habían quedado al verde vivo por el clima que se había encontrado.

Estaba tranquilo, tomando una relajante taza de chocolate caliente, o eso hasta que empezó a escuchar unos ronroneos a su lado. Al voltear, se encontró con un tierno felino que estaba buscando un poco de la atención de aquel imperio.

- Садись ко мне на колени, если хочешь. (Ven, siéntate en mis piernas si quieres) - al escuchar eso, el menor se ruborizo un poco, aún no estaba acostumbrado a que el ruso acepte su compañía tan apegada.

- gracias... - susurró con vergüenza.

Tras unos segundos, el menor se acomodo encima de las piernas del felino más grande. Tras eso recibió unos mimos, por lo que enseguida se sintió mucho más cómodo.

- Confederación. - llamaría, con ese acento que ponía nervioso de una forma buena al latino. - как ты думаешь, мы можем поцеловаться? (Crees que podríamos darnos un beso?) - al escuchar eso, el latino apretó sus manos en la ropa de campo que llevaba puesta el contrario mientras asentía con rapidez.

La razón por la que Confederación actuaba de esa forma con el mayor, era que este se sentía a salvo, no temía que alguien le dijera que solo era una colonia rebelde que pronto volvería con España llorando.

El eslavo fue el primero en decirle que parecía un país honorable y que no muchos podrían revelarse a tan corta edad de sus "padres"

Escucho unas cuantas risitas por el hecho de ser tan vergonzoso con el ruso.

- Если не хочешь, я не буду тебя заставлять. (Si no quieres, no te obligare.) - diría con total calma, ya sabía que el portador del sol era vergonzoso.

Aunque fue sorprendido por un pequeño beso fugaz del más bajo. Enseguida correspondió, mientras se estiraba un poco para dejar la taza en el piso.

El tigre puso sus manos en la cintura del gatito que tenia encima de él, las cuales tenían unas garras enormes eh intimidantes de color negro, pero Confe sabía que este nunca le haría daño con estas.

- nmg~ Imperio... - se quejó al sentir como este había mordido su labio con un poco de fuerza. - te dije que no tenias que ser brusco.

- Прости, иногда я не могу сдержаться... (lo siento, no puedo contenerme a veces.) - tras eso empezó a llenar de besitos la cara. -

- te amo.. - susurró, y luego se puso completamente rojo, había dicho la palabra, esa que temía decir desde hace meses.

Sabía que el ruso desde que empezaron a salir le enviaba cartas diciendole todo lo que lo quería, pero Confederación siempre actuó de forma ilusa eh ignoraba todas las veces que Imperio le dijo que lo amaba. Hoy, por fin hoy, lo había dicho.

- Argentina,  ya es hora de despertar~ - diría con cariño el gringo, quien lo estaba llenando de besos la cara.

Pero para mala suerte, todo fue un vago recuerdo en la mente de Argentina.

El latino al ver que no estaba en ese momento con Imperio ruso, empezó a gimotear, alejando a Usa y abrazándose a una almohada que tenía a su lado.

- necesito... necesito un momento. - diría mientras escondía su cara en en la almohada y debajo de las sábanas.

- ¿estas...bien?¿tuviste una pesadilla Kitty? - pregunto preocupado, era la primera vez que veía al latino poner esa cara al ser despertado de esa forma.

- no... no. (Ese es el puto problema.) - pensó mientras se alejaba un poco del mayor. - ¿donde esta Rusia?

- oh, Rusia... fue a ducharse. - diría confundido. ¿Que había soñado el felino como para ponerse de esa forma?

- bueno... ¿puedes fijarte si ya hicieron de desayunar por fa?

- okay.

Tras eso Argentina quedó solo en la habitación, por lo que aprovecho para buscar una caja de zapatos, que estaba debajo de su cama, para después sacar al osito de peluche que la había regalado su primer amor.

- te extraño. - susurró, abrazando con fuerza el peluche, empezando a lloriquear como un pequeño niño en silencio.

No quería que nadie lo vea de esa forma, ya que se sentía demasiado débil en ese momento.

Para su suerte, su querido amigo FBI lo estaba llamando,  por lo que respiro hondo y contesto la llamada. El amante del mate se sentía afortunado de que existiera el canino.

Ya que FBI lo trataba con tanto cariño como lo hacía Imperio.

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Faltan 3 caps para terminar esta queridísima serie~.