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Narración: Segunda Persona
Situación: ¿Como seria su primer encuentro?
Seguro algo molesta, pero interesante para alguno.
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Aun estabas procesando en tu mente lo que acababa de pasar. Estabas entre las filas de los soldados de uno de los heraldos de los fatui. ¿Como habías llegado a esa posición? Pues tus padres era la respuesta
Nunca te habías llevado bien con ellos, te era claro el mensaje del disgusto que te tenían por quien sabe cual razón. Te daban malos tratos, y a duras penas habías sobrevivido hasta ahora, por lo que habías tenido que aprender a cuidarte sola y defenderte, no por nada habías obtenido una visión de cryo a pesar de haber vivido siempre en Inazuma, y estabas muy cómoda, tenías una buena relación amistosa con algunas personas, cuando no podías estar en tu casa escapabas al Gran Santuario, o a la hacienda Kamisato, ya que a ambos hermanos Kamisato y a su amo de llaves les caías bien.
Aunque ya todo eso termino, lo sabias desde el momento en el que llegaste a casa, ya hacía mucho que no ibas y justo cuando decidiste ir después de meses fuera, tus padres estaban con los Fatui. Con dos de estos para ser exactos.
-¿que pasa ahora.-hablaste al acercarte a esa pequeña casa.
-Ya llego, es ella.-tu madre ni siquiera se giro a verte al señalarte.
-¿Ella? No parece una usuaria de visión.-por otro lado, la mujer elegante y alta te analizaba con la mirada.-Pero estará bien. Seguro le sacamos lo mejor.
-¿Como? No entiendo nada.-tu seguías confundida. Mirando a tus padres en busca de respuestas
-Calla, t/n. Solo guarda silencio y has lo que te digan.-tu padre tenía una mirada cansada.
-¿Y porque deberías hacerlo? Llego a casa y están hablando con dos fatui, ¿como me quedaría callada?-levantaste la voz, reusandote a hacer lo que él te decía
Tu respuesta hizo que el chico al lado de la mujer diera unas carcajadas.
-Oh niña, si tanto quieres entender bien. Acá estás personas te han vendido a ti y a tu visión.-señaló el chico con una sonrisa en su rostro
Y tu ya te quedaste totalmente en silencio después de eso. ¿Se habían atrevido a darte a los fatui, así nada más? Aunque eres su hija, de sangre y hueso, se atrevieron a así como así desecharte.
No lo ibas a negar, pasaste de la sorpresa a un enojo grande. Esas personas eran de lo peor, y no te referías a los fatui que de mínimo lo hacían por su nación, tus padres a lo contrario solo fue avaricia o el deseo de deshacerse de ti. De haber sabido te habrías quedado con los Kamisato o como miko en el santuario, pero no tuviste tiempo de dar ni un paso. Eras lista, sabias que huir solo haría que te atraparan a la fuerza y lastimaran, por lo que solo diste una mirada de asco a esa pareja que ya no eran nada para ti, y te retiraste con ambos fatui.
No hubo charla, solo te hicieron subir a un barco junto con otras pocas personas, siendo llevaba a un campamento en otra isla donde habían más fatuis. Aunque más que campamento se veía como toda una aldea que estaba en la isla.
Y asi habías llegado allí, entre las filas de los reclutas. Por lo que entendías, cada heraldo tenía sus subordinados, y tu estabas un grupo, bastante más pequeño a tu parecer. Aunque quizás eran los nuevos, pero tampoco se veían como novatos esas personas a tu alrededor, quienes solo quietos con la mirada al frente.
Por suerte aun tenias tu visión, la cual colgaba de tu cintura con ese brillo azulado claro. No fue hasta que viste al chico en tu casa, analizandolo un poco mas mientras este hablaba.
Era bajito, te parecia que su sombrero pesaba mas que él, aunque ese pensamiento mejor no sacarlo se tu mente, ya que apesar de su apariencia se notaba que era intimidante. No por nada parecía ser de alto rango.
-Tu.-su voz te saco de tu mente, dando un salto por la sorpresa.-más te vale ser útil y no un estorbo. Veré como peleas esta semana y así decidiré si te quedas o solo seras una muñeca de prácticas.-todo eso lo dijo con una tétrica sonrisa que a cualquiera le haría temblar, pero tu solo te cruzaste de brazos.
-Esta bien.-fue lo único que dijiste, no ibas a pelear aun con un fatui. No eras tan tonta
Todos se dispersaron después, tu te quedaste un momento viendo a los lados, lista para irte igual
-Hey, ¿quien te dio permiso para irte ya?-otra vez te llamo. Ahora caminando hacia ti
Tenias ganas de decir un "Mi nombre no es, Hey, enano" pero aún no querías morir
-¿Pasa algo más?-te mantenias con calma, mirando al chico frente a ti.
-Te lo dije, te veré practicar toda la semana. Asique toma el arma que uses y practica desde ya.-el hablaba serio y firme, como si quisiera que te asustaras
Pero tu ni te inmugabas ante sus provocaciones
-Entonces usaré mi arco. No usaré ningún otro.-por suerte siempre lo traías contigo
El te miro un momento más, al igual que tu lo analizarste con la mirada, el hizo lo mismo, mirando de tu cara a tus pies a detalle cada parte de ti. Con una mirada tan penetrante podría poner incomoda a cualquiera, pero de nuevo, ni te inmutabas.
Solo te giraste, yendo a donde parecía ser los entrenamientos con arcos. Él te siguió todo el día, ya no hablaron, no a menos que alguien se acercara a ti y el saltará diciendo "No hables con ella hasta que termine de demostrar que vale" eso hacia que quien se acercara huyera disculpándose.
Por tu parte solo lo ignorabas, tenias varias cosas en mente. Tu vida había cambiado de un momento a otro, habías empezado el día tranquila y lo habías acado en un campo de tiro, con un enano vigilando y viéndote en todo momento.
Suspiraste al acabar el día, viendo la punta de tus dedos rojizas por haber tirado flechas toda la tarde. Habías sacado algo de esa ira que tenias, pero aún seguías molesta.
-Hey.-y de nuevo su voz y su hey.-Yo seré quien decida tu habitación.
-¿habitación?-miraste a otro lado, casi todos los reclutas estaban en tiendas
-Siéntete afortunada, serás la única nueva con una habitación. Pero no vayas a creer que tienes alguna preferencia.-eso sonaba confuso, como a una escusa pero solo asentiste y seguiste al chico.
Sentiste las miradas de otros sobre ti, no era normal que un heraldo se llevara a una nueva recluta a una de las habitaciones que solo eran para los altos rangos. Pero solo ignoraste sus miradas, llegando a la habitación indicada por el chico y entrando.
Lo último que te dijo fue que debías levantarte temprano para seguir con tus practicas y que no tolerará si despiertas tarde o llegas después de él.
Te sentaste sobre la cama, echándote y mirando al techo.
-¿y ahora que haré?-te susuraste para ti misma.-no me quiero quedar...deberé buscar como irme de aquí sin problemas.-hablabas para ti, aunque en voz baja porque no querías que alguien te escuchara.
Tu vida dio un gran cambio, ya no solo estabas con los fatui, sino también estabas sin saberlo en la mira de aquel pequeño heraldo. Los cambios que venían ni tu los esperarías.
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Genshin Impact| Reader One-Shots
FanficShots y fantasías que tengo cuando estoy medicada con los personajes que más me gustan. Todos son t/n x personaje •Los Shots están relacionados. Elijan sus favoritos para leer 🥰 •Pueden haber unos +18 •disfruten esta fumada de Shots 💖 •Pueden deja...