CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 22

EMY

Hoy justo cumplimos un mes desde que llegamos aquí. Estoy harta, y no porque la compañía no me guste. Quiero encontrar ya a la persona para poder seguir con mi vida en Derby y claramente, junto a Nika.

La convivencia es lo que me parecía más difícil y lo he superado, cuando lleguemos, el resto será pan comido.

Ayer hablé con James y le estuve informando de mi estancia aquí. Se sorprendió por no haberlo llamado antes, pero de verdad no me ha hecho falta. Dice que esta muy orgulloso de mi y mi familia también me lo ha dicho.

Me siento genial con lo que estoy consiguiendo y agradezco haber venido hasta aquí con él. Viviendo juntos es como más rápido hemos avanzado, si nos hubiésemos quedado en la ciudad la cosa habría sido diferente.

A mis padres no les he contado nada de nuestra relación, quiero esperar a verlos. Solo saben que lo estoy llevando bien y que nos estamos cuidando mutuamente que es lo importante.

Hoy es el primer día después de muchos que no hay rastro de nubes, lluvia, viento o nieve. Por fin ha salido el sol y aunque haga mucho frío, tenemos que seguir con nuestro trabajo.

Él también se quiere ir de aquí cuanto antes y no podemos perder más tiempo. Me da igual si tengo que estar noche y día buscando al enemigo, no pararé hasta encontrarlo.

– ¿Llevas el móvil? - le pregunto.

– Llevo todo – asiente.

– Bien.

Subo la cremallera de mi chaqueta hasta arriba y salgo por la puerta con todo también. Nos adentramos al bosque y me voy fijando en el suelo por si hay alguna pista.

– No debe de estar muy lejos teniendo en cuenta que ha venido a nuestra cabaña en plena tormenta – habla a mi lado.

– Pienso igual – asiento.

Llegamos a un claro y los dos nos paramos viendo lo mismo. Hay huellas humanas. Lo malo es que hay en direcciones diferentes.

– Tenemos que separarnos – lo miro.

– No te voy a dejar sola – pone mala cara.

– Así lo encontraremos más rápido – aseguro.

– Te imagino sola por aquí y me pongo malo Emy – se acerca.

– ¿Dudas de mis capacidades? - pregunto bromista.

– Obviamente no, tienes más que yo. Pero no puedo evitar tener miedo.

– Mira – saco el móvil – puedes mandarme tu ubicación en tiempo real y yo a ti la mía. Así estaremos localizables en todo momento. Además, tenemos los walkies. Podemos hablar a cada momento y avisar si vemos algo.

– Joder – me coge de la cara y me besa.

– Hemos estado en peores amor – le sonrío.

– Si ves algo raro, ve a la casa por favor.

– Lo mismo te digo – asiento.

– Si no lo encontramos hoy, ya lo haremos – dice tembloroso.

La verdad es que a mi tampoco me gusta la idea de separarnos, pero estoy segura de que vamos a avanzar mejor.

– Con suerte mañana estaremos en casa, pero la de verdad – le sonrío con seguridad.

– Estate atenta a todo – me besa de nuevo.

– Nos vemos en un rato, te lo prometo.

Lo beso durante un rato más y confío en él y en mí, no veo ningún problema.