CAPÍTULO 23

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EMY

– Me alegro de haber trabajado contigo, en serio – me da un beso – espero que sigamos así mucho tiempo más.

– Somos un dúo inigualable. Jamás podrán con nosotros.

Lo abrazo fuerte y siento que algo mío se ha quedado en Alaska.

Llegué insegura, con miedo y muchas dudas. Y ahora llego más fuerte que nunca y con ganas de seguir avanzando junto a él.

– Nos vemos en cuanto puedas nena – me mira feliz.

– Quiero pasar el resto del día con mi familia, pero mañana...

– Sabes donde vivo – me guiña un ojo.

– Tu también lo sabes – se lo guiño yo.

– Pero es la casa de tus padres – se ríe.

– No importa – me encojo de hombros.

– Primero habla con ellos y ya veremos si voy a verte.

– Está bien.

Lo beso por última vez y cojo mis maletas tan feliz yendo a mi casa. Ahora que me he acostumbrado a estar con él, no pienso dejar de verlo ni un solo día, además estamos a metros, literal. Es una suerte poder tenerlo tan cerca.

Veo a mis padres jugando en la piscina junto a mi hermano y sonrío. Ya estoy completa de nuevo al cien por cien. Además este clima es mucho mejor que el que hemos tenido este último mes.

No me escuchan y aprovecho para dejar las maletas a un lado y correr hacia a ellos. Me da exactamente igual la ropa, el maquillaje y todo lo que sea superficial. Me tiro al agua con ellos y los abrazo en cuanto salgo.

– Os echaba de menos – sollozo.

– Princesa – me aprieta mi padre contra él.

– Mi papi precioso – le lleno la cara de besos.

– Cariño – me coge mi madre reclamándome.

– Te quiero mamá – la abrazo fuerte.

– ¿Por qué tengo que ser siempre el último? - se queja mi hermano.

– A ti también te quiero – sonrío y me abraza fuerte.

Los tres me rodean y respiro tranquilidad. Mi hogar son ellos.

– Cuéntanos que tal todo – me abraza mi padre de lado.

– Pudimos encontrar al asesino – empiezo a contar.

– Me imagino que lo trasladarán a alguna prisión de aquí, ¿no? - pregunta mi madre.

– Mmm no exactamente – me rasco la nuca.

– ¿Entonces? - Alan entrecierra los ojos.

– Está muerto.

– La mayoría prefieren suicidarse antes que entrar en prisión – asiente mi madre.

La miro incrédula y mi padre se ríe.

– Barbie, que no te enteras de nada – le da un golpe en la cabeza.

– ¡¿Qué?! - exclama mirándonos a ambos.

– Lo maté yo mamá – admito.

– Ah, muy bien – aplaude mi hermano sin entender.

– Algún motivo tendrías que tener – me mira mi madre.

– Le advertí que no lo tocara y no me hizo caso – me encojo de hombros.

CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora