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—Buenas noches Hailey, gracias por estar conmigo.

Observo con ternura los ojos achinados de Megumi causa de una sonrisa que oculta tras su cobija.

Sonrío.

—No tienes que agradecerme nada —sacudo mi cabeza en una negativa—. Y buenas noches.

Se descubre la mitad de su rostro dejando ver una sonrisa más relajada.

—Siempre lo haré, gracias por estar conmigo.

—Bien —reí—. Gracias por ser mi pequeño amigo.

Y haberme salvado la vida.

—Pero me habías dicho que yo era tu mejor amigo —reprocha.

Suelto una risa.

—Perdón, lo eres, el mejor que pueda tener.

—Prométeme que nunca te vas a ir muy lejos de mi lado —sonríe tímidamente—. Y que siempre serás mi amiga y la de mi papá.

Presionó mis labios en una fina línea y sonrío.

—Esta bien, no lo haré, y seré tu amiga.

—Prométemelo —pide.

—Te lo prometo —aprieto su mejilla—. Ahora intenta dormir ¿si?, ya es algo tarde, descansa.

—Esta bien, tú también, mañana nos vemos —asiente.

Me incorporo del borde de la cama y apago la lámpara de noche que descansa en su buró antes de salir de su habitación con calma.

Lo quería, había sido imposible para mi no tenerle afecto a Megumi, no cuando no era nada más que amable y lindo conmigo, no cuando sin él, probablemente mi cuerpo serían puros huesos a tres metros bajo tierra.

Y sin importar qué, no iba a dejar de tenerle cariño.

Bajo directo a la sala, donde Geto me dijo que estaría esperándome.

—Bien, que era eso de lo que querías ha...

Me detengo en seco unos segundos una vez que estoy en la sala, solo para ver a Geto engullir un trozo de pollo a la naranja que yo había cocinado por tercera vez en la semana.

Suelta una risa atragantada y cubre su boca con el dorso de una de sus manos.

—Creo que de verdad te gustó mucho el pollo —rio.

Se queda callado varios segundos mientras mastica el pollo y después abre los labios.

—Un poquito —dice con sarcasmo—. ¿Ya te dejo ir Megumi?

—Ya va a dormirse.

—A veces me siento celoso de que solo haga caso a lo que tú le dices, y últimamente solo te prefiere a ti—ruedo los ojos con diversión—. Pero volviendo al tema. No te he preguntado antes, ¿cómo sabes cocinar tan bien?, incluso puedo decir que superas a Toji y un poco a mi.

Cautiva| Toji FushiguroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora