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Nayeon dejó su celular en un lado del escritorio, suspiró mientras se recostaba nuevamente en la suave silla. Giró su vista hacia la enorme ventana con vista hacia toda la ciudad. Allí estaba Mina, quién hablaba por teléfono.

Al parecer tenía un asunto pendiente con otro empresario, e iban a planear para encontrarse. La Castaña recostó su codo de la mesa mientras observaba a la mayor conversar con la persona del otro lado de la línea.

Su mente se nubló de preguntas.

¿Realmente su mamá estaba preocupada por ella? ¿Podía ser cierto que su madre en el fondo la amara? Jugó con sus largas uñas en la fina madera, sintió una pequeña presión en su pecho. Ella sabía que su llegada al mundo fue la razón por la que su madre dejó sus estudios, por la cual su padres las abandonó, y también sabe que gracias a ella, esa mujer no pudo ser más feliz.

Es por ello que de pequeña nunca recibió un abrazo de su parte. Se escapaba a la casa de su padre el cual apareció cuando tenía ocho, salía con su madrastra a quien vio engañar a su padre con varios hombres y sus "consejos" para ser una mujer exitosa.

" Si quieres ser feliz evita enamórate. Vuela, consíguete un hombre con dinero y solo finge amarlo."

Lo intentó, pero falló con Mina, quién le brindo protección, amor y atención. No desaprovechó el momento que la empresaria le habló, o cuando la invitó a ser una de sus princesas.

Claro que no, al principio pensó en solo fingir, pero terminó enamorada de la mayor. Y es por ello que prefiere pasar el día a su lado que con su "familia".

Y Mina lo sabe. Decidió abrirse ante ella y contarle su pasado, su situación con su madre y su miserable vida

"Me encargaré de que mantengas esa sonrisa contigo"

Le dijo la Japonesa como consuelo, y por el tiempo que ha pasado, Mina ha cumplido con su palabra.

Sus pensamientos son alejados cuando observa a la más alta terminar su llamada. Trata de calmar su corazón dolido para ahora levantarse y caminar hacia la empresaria, enrollar sus brazos en su cuello y besarla.

- ¿Era alguien importante? - Pregunta mientras siente las manos de Mina agarrar firmemente su cadera y acercarla más a su cuerpo.

- Algo así... - Nayeon frunce el ceño. - Es un tipo que quiere sellar un tipo de contrato.

- ¿Vas a aceptarlo? - Juega con la corbata de Myoui. - O ¿Seguirás dejando que insista? - Acaricia con sus manos el dorso contrario que está cubierto por una camisa de botones blanca.

Mina se sube de hombros.

- Aún no lo se. Necesito pensarlo... - Observa las manos traviesas de Im bajar hacia más abajo de su abdomen. Sonríe cuando nota lo concentrada que está la castaña acariciando tal zona. - ¿Que crees que haces, Conejita?

Nayeon finge inocencia.

- ¿Yo? - Se señala a si misma. - Nada que yo sepa... - Mina toma disposición de su pequeña cintura y la acerca más a su rostro. Nayeon sube sus manos para ahora jugar con el cuello de la camisa de la mayor. - Aunque, bueno... - Se acercó al oído de la más alta. - Siempre he querido hacerlo en una oficina...

Admitió sabiendo que ese traje de trabajo que llevaba Mina la ponía demasiado caliente...

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[ Más tarde en las redes sociales de Nayeon]

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Oh, Daddy! - MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora