𝐣𝐮𝐬𝐭 𝐛𝐞𝐬𝐭𝐢𝐞𝐬 ᥫ᭡ • kookmin

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Apenas cruzó las enormes puertas quedó maravillado con la decoración y el esteticismo del lugar, paredes puramente blancas, detalles en dorado para agregar un toque más real al sitio y diversas obras de otros artistas en ascenso. Una música clásica con tonos suaves ayudaba a que te impregnaras de la armonía artística que recorría el establecimiento.

Sería sincero, Jimin no conocía mucho de arte, más allá de los detalles que solía darle su amigo de vez en cuando al hablarle de sus proyectos, pero, aunque su ojo de artista fuera prácticamente nulo, reconocía que habían obras que valía la pena admirar allí. Y bueno, por supuesto aquellas obras que sus creadores hicieron con un propósito distintivo, y para reconocer su significado debías analizar con cuidado el objeto, si sabías lo que hacías, por supuesto.

Su amigo tenía un espacio exclusivamente para mostrar sus obras, y se asombró al notar a tantas personas viendo las obras de Taehyung. No evitó sentirse orgulloso por ello, pues sabía que aquellas noches de desvelo, la búsqueda de inspiraciones y quejas a través de llamadas habían valido la pena totalmente. Sobretodo viendo la enorme sonrisa que con emoción Tae le compartía a la gente.

Aún le sorprendía no haber visto una cabellera oscura paseándose por allí. Tal vez, Jungkook decidió no presentarse. Hecho que le aliviaba y decepcionada.

Una mano pálida se poso en su brazo y giró el rostro para ver a su jefe y amigo con una copa de champaña en su mano derecha, viéndole una sonrisa.

—Que placer verte, querido Park.

―Lo mismo digo, señor Yoongi —rió brevemente―. Pero, ¿a qué debemos su para nada sorprendente visita al evento de mi amigo?

Un chico vestido de mesero recorría el lugar con las copas, por lo que Jimin le detuvo para tomar una y agradecer con un asentimiento.

—Recibí una invitación de parte del anfitrión, ¿y quién soy yo para negar a compartir mi importante presencia en favor de un bonito hombre? —negó, bebiendo de la copa.

—Por supuesto, señor. No es como si tuviera una notable atracción por el anfitrión esta noche desde hace más o menos un año —concluyó, bebiendo de la misma forma.

Min se atragantó con la bebida y comenzó a toser, llamando la atención de varias personas a su alrededor por lo que Jimin, con una sonrisa nerviosa, hizo una reverencia en forma de disculpa por el inconveniente. Mientras tanto, acariciaba la espalda de su amigo para calmarlo.

—Vaya, no esperé una reacción así —comentó divertido, sin soltar al pálido.

—Estás buscando un despido.

—Sería injustificado.

—¿Y humillarme frente a una gran cantidad de personas no cuenta como razón suficiente? —se cruzó de brazos, con una ceja en lo alto.

—¡Ja! Hablaremos con recursos humanos y veremos —terminó, fingiendo ofenderse—. Además, le diré a Tae que cuando sueles beber eres taaan meloso, te encanta repartir besitos y abrazos. Tan bonito, ¿cierto?

—Park, podemos llegar a un acuerdo. No hay necesidad de romper mi reputación de hombre frío de negocios —carraspeó, acomodando su traje.

Se observaron fijamente y luego rompieron al reír bajo para no llamar más la atención.

Segundos luego, Nayeon se acercó agitando las manos en su dirección.