Sueños de un tormentoso ayer.

Bueno, este es un oneshot inspirado en un cómic que vi en face y al que prometí hacerle un capítulo especial jajajaja.

Lamento mucho no actualizar los demás fics, pero tengo una Laguna de escritora y no sé qué más hacer jajaja, pero prometo que los terminaré, ambos van casi a la mitad, por si gustan ir a ver y también leer mis otros oneshot  jajaja.

Recuerdo que imágenes y personajes no me pertenecen, yo solo me inspiro con cosas raras para crear historias dementes y divertidas.

Espero les guste, espero sus comentarios, y bueno, a leer.

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Esa tarde lluviosa todo había cambiado, esa tarde su destino se decidió y fue llevado a donde ansiaba estar, sí, pero para nada de la forma en la que esperaba y mucho menos, de la forma que deseaba.

Dónde llegó, no había una familia que le esperara, ni el fresco olor a lotos en flor, el suave bullicio de los aldeanos ni el aroma delicioso de la comida que su hermana solía prepararle...ahora solo había olor a muerte, sangre y cenizas dejadas por el fuego que había consumido tan precioso lugar...ya no quedaba nada de aquello que él amo.

Después de la humillación de haber sido capturado, recibió golpes de los discípulos que se reían de su estado, de su nueva condición de  rehén y cautivo; los escupitajos, burlas, ofensas y todo aquello parecían solo una mala broma del destino, hasta que lo siguiente sucedió.

Había estado ya un rato solo, y estaba agradecido por ello, había sido dejado por fin por el malnacido Wen que le usó como saco de golpear y maldecir, mandándolo arrumbar como un objeto viejo e inservible a uno de los almacenes que había en su casa.

— Al menos...está a salvo...

En aquella bodega ahora llena de humedad y malos recuerdos, se encontraba en el suelo, tratando de recuperar el aliento después de haber perdido aquello que le enorgullecía, su núcleo dorado... había también perdido a zidian, se lo habían arrebatado rompiéndole los dedos de la mano por haberse negado a entregarlo fácilmente...¿y que había pasado después? También había sido azotado por esa bella arma que había heredado de su madre... Seguramente si la poderosa e implacable Madam Yu le viera ahora, estaría furiosa por haberse dejado humillar de esa forma, y más por el motivo por el cual había llegado a ese estado en primer lugar.

Jadeaba con cansancio tratando de mantenerse despierto, hasta que la puerta se abrió con un chirrido grotesco y tenebroso , como si fuera el himno del horror que se avecinaba. Las pisadas de alguien entrando le alertaron, lo suficiente como para abrir los ojos y mirar quien había sido quien ingresaba a su oscura y solitaria nueva morada, tal vez iban a gritarle mas maldiciones o mas humillaciones, eso le daba igual, ahora solo pensaba en salir de ahí. Lo haría en cuanto tuviera un poco más de fuerza en esas extremidades golpeadas y esos azotes en su pecho que ardían al tener la carne viva y sangrante debido a los golpes que ese Wen había propiciado...por ello, juraba que se iba a vengar, lo haría d esa forma más dolorosa posible, una en la que le hiciese arrepentirse de no morir...porque esa era la idea, torturarlo hasta que pagara por todas y cada una de las muertes que había causado.

Los recién llegados le giraron para asegurarse de que respiraba todavía, y al verle hacerlo, sonrieron para ellos, empezando uno a jalonear su ropa hasta abrirla por completo en la parte superior, mostrando el lastimado y sangrante pecho con varias líneas horizontales, resultado del látigo de disciplina que había pertenecido a su madre, pero también la bella y cálida piel que poseía: los marcados abdominales, los pectorales firmes y esos pezones redondos y carnosos de un bello color rosado.

El Jiang, al verse nuevamente agredido, se defendió golpeando con la rodilla a aquel que había osado ponerle una mano encima, recibiendo una fuerte patada que le hizo escupir más sangre de la que había en su boca.
Sus costillas rotas habían resentido aquel golpe y por ello solo pudo mirarlos con enojo mientras forcejeaba para mantener las prendas en su lugar.