La Sorpresa (+18)

Las Llaves

La jardinería no era lo de Volkov, pero si se trataba de su amor por Horacio no dudaba en hacer lo imposible para poder contentarlo y que puedan empezar su relación de la manera más linda. Comprar esa casa de vacaciones frente a la montaña y la playa costó su dineral pero como dije, todo sea por Horacio.

Un nerviosismo inmenso le entró al momento en el que lo vió al comenzar el día, en la casa de ambos, lo recogió y hablaban pero no paraba de pensar en la sorpresa que quería presentarle, aquella casa de verano. La tenia dando vueltas sobre cómo formularle y se le ocurrió mentiras que eran muy fáciles de ver que así eran, Horacio divagaba en voz alta pensando qué era "¿Una estatua? ¿Un elefante? " Y más en las que Volkov se empezaba a relajar por la risa, hasta que mencionó que es un lugar para ambos y que faltaban detalles más pero que puede gustarle.

Llegó el momento de descubrir la sorpresa y no pudo haber manera de mostrarla peor realmente, el corazón de Horacio latía fuerte porque se notaba que esa casa la había comprado Volkov pero éste parecía que se la estaba vendiendo, al ingresar estaban los dos decoradores y Volkov pidió un tour por esta casa como si no supiese nada, la decoradora sorprendida pero respetando la desicion de su cliente en secreto comenzó a mostrarla.

- Aquí está la zona de la cocina, con una mesa muy amplia para pasar un buen rato. - comentaba la decoradora Alice. - para una reunión de varias personas o para otras cuestiones siempre algo mas grande es mejor que algo chico por más oportunidades.-

- Para disfrutar sobre todo.- dijo Horacio alzando una ceja viniéndole a la mente posibles escenas de Volkov y el encima de la mesa teniendo sexo, y claro para amasar mucho pan también.

- Por supuesto, y para eso estan las encimeras - le confirmó Alice tapandose la boca reprimiendo una sonrisa mirando al par de chicos.

- Komo? Eee y el tema de los electrodomésticos por donde puedo encontrarlas? - dijo Volkov nervioso.

-Si, en la zona de allí arriba o en las alacenas, hay una gran variedad.- dijo Alice

- Para pasarla bien. - dijo Horacio mientras le recorría esa picardía.

-Por sup- - se trababa la decoradora por su risa. - Bueno sigamos.

Pasaron por la sala de cine y la mirada de Horacio viaja rápidamente a analizar la varia cantidad de sofás, la decoradora comenzando la explicación

- Hay pequeños cajones donde pueden introducir cosas, por lo que se ve en frente tienen una mesa con dos sillas al suelo para una comodidad mas distendida, y luego acabando este ambiente dos amplios sillones.

- ¿Puede sacarme la duda de a que se refiere con pasarla bien? - pica Horacio teniendo al lado a Viktor y rozándole la mano para picarle un poco, y ve como se le comienzan a poner coloradas las orejas y mirar hacia un costado.

- Eh si, tener una buena musicalización, eeem lo que ustedes quieran, vaya. - se pone cómplice Alice, también sin creer que su cliente siga con ese juego de no saber nada de la casa si el estuvo tan metido en ésta para que quede bien.

- Eh si, la verdad que le da el toque, el concepto abierto con la cocina, la verdad está bastante bien.- comentó Volkov.

Luego pasan por la zona del bar, la habitación la cual notó que hay una cama matrimonial poniendose un poco nervioso de emoción, luego el Banya ruso el cual se le vinieron muchas ideas de posiciones para hacer pero le faltaba algo en cada ambiente que era muy Horacio: buenas vibras.
Y no son esas vibras del alma, si no algo mas físico, unos buenos consoladores. Y vaya que lo charló frente a todos los presentes, pero Volkov le negaba a la señorita sobre ello y que no le preste atención (tal vez luego él mismo podría conseguirselos) igualmente Horacio insistía en esto y Alice tuvo que mirar el final del catálogo de 200 páginas para que Volkov elija, mientras Horacio atendía una llamada de su padre.
Volkov estaba hiper nervioso mirando los consoladores, diciendo que no quería ninguno. En ese momento entra Andrés y se encuentra con la vista hacia la gran tablet mirando consoladores.