Abrazando su verdadero yo

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capitulo 71

Harry se puso rígido ante las palabras que salieron de la boca de Bones. Odiaba ser el centro de atención. Voldemort sabía esto y había tratado de lidiar con eso de la manera que sabía, forzándolo a asistir a grandes reuniones para que se acostumbrara. Suspirando con resignación, bueno, parecía que Barty tenía toda la razón... pero ¿qué podías esperar cuando casi todos los demás en la lista estaban muertos?

Barty le dio palmaditas en la espalda, apretando su hombro, muy consciente de su renuencia a estar en grandes multitudes o reuniones. Estaba infinitamente más relajado en cualquier reunión que celebraba el Señor Oscuro.

Harry se puso de pie y Barty lo siguió, aunque Barty solo lo siguió a mitad de camino, encontrando el lugar perfecto para observar todo y proteger a Harry. Capaz de ver a la multitud, Wizengamot y los trabajadores del Ministerio. Manteniendo una estrecha vigilancia mientras Harry tomaba juramento, no fallaría en su esfuerzo por mantener a Harry a salvo.

Los ojos de Albus se abrieron al ver al chico por primera vez en años. Su mandíbula cayó un poco, conmocionado hasta la médula. Lo había sospechado, por supuesto... pero la confirmación fue una patada en los dientes. ¿Harry Potter fue testigo en su contra? ¿Después de todo lo que había hecho por el mocoso?

La multitud seguía susurrando con bastante urgencia, pero en voz baja. Todos ellos, por los cambios que Harry había sufrido en los años transcurridos desde la última vez que lo vieron.

"Se parece a Malfoy", dijo Ron, mirando a su mejor amigo con ese tinte verde de envidia. La túnica que vestía... era más que los ingresos de su familia durante todo el año. ¿Qué diablos le había pasado a su mejor amigo?

"Sí, él es el señor de las propiedades Potter y Black, Ron", comentó Bill, poniendo los ojos en blanco. "Él tiene un ejemplo que dar. No se le puede ver en público usando ropa muggle". Finalmente había llegado a lo suyo.

"¿Podemos verlo antes de irnos?" preguntó Ginny, deslumbrada y mirando con amor a Harry imaginando su futuro. Lady Ginevra Black-Potter, vestida resplandecientemente en la refinería que solo pudo ver en sus revistas. Con todo el oro y la plata que pudiera comprar, todos estarían celosos de ella y la familia Weasley viviría cómodamente. Su papá podría retirarse del Ministerio... vivir en una mansión y no tener preocupaciones. Sin embargo, su mamá no lo haría, se había ido y no entendía cómo ni por qué.

"Si él lo desea", dijo Bill con firmeza, a juzgar por la forma en que Harry había ignorado a Ginny... de alguna manera dudaba que fuera algo que Harry quisiera. Por otra parte... Harry apenas conocía a Ginny, aparte del hecho de que era la hermana pequeña de Ron. Entonces, probablemente apenas recordaba su voz.

"Por supuesto que sí", dijo Ginny sin aliento, solo imaginando su vida de casados. Ella le daría dos hijos, pero no más que eso, ella pondría su pie en el suelo. No quería terminar desaliñada, quería conservar su figura, pero primero, tenía que tener una carrera, con las conexiones de Harry podría hacer lo que quisiera. Como jugar Quidditch, junto con su esposo en el mismo equipo. Con más fama y felicidad de lo que nunca sería capaz de pensar.

"Señor Potter, dejó Hogwarts cuando tenía catorce años, ¿es correcto?" Bones cuestionó.

"Retirado, sería un mejor término", afirmó Harry con firmeza, "Tomé mi TIMO temprano y tengo planes de completar mis EXTASIS en los próximos meses".

"¿Hubo alguna razón en particular para salir de Hogwarts?" preguntó Bones.

Todos contuvieron la respiración, absolutamente todos, excepto Barty, por supuesto. Todos ellos esperando escuchar por qué Harry se había ido de Hogwarts. Todos sabían, y también sabían el hecho de que Dumbledore lo había estado buscando desde entonces.