¡Proyecto de Amor!

6. Patadas

Últimamente, los héroes habían estado inquietos.

La calma en las ciudades y los nulos movimientos de los villanos a su alrededor, era como la calma antes de la tormenta. Demasiado extraño.

Todos estaban llenos de tensión, imaginando lo peor.

—El Capitán Hydra acaba de salir de la Torre Stark. —informaron unos Agentes a través de las pantallas en la sala de juntas.

Los héroes comenzaron a murmurar entre sí. En los últimos meses, el temible Capitán Hydra visitaba a Superior Iron Man cada vez más seguido. No sabían exactamente que estaban planeando, sin embargo era preocupante que los dos villanos con más poder y autoridad en las ciudades, sean tan "cercanos".

—Después del altercado con SIM, entrar a la seguridad de la Torre es inaccesible. —avisó un hombre de traje azul—. Es como un muro impenetrable.

—De seguro, Hydra se ha ganado su favor. —dijo otro, refiriéndose a Tony Stark y la manera que el súpersoldado ingresaba al lugar con facilidad—. Deben estar planeando algo sumamente grande.

—No lo dudamos. —afirmaron otros.

El famoso Dios del Trueno, entro a la habitación y las miradas de los presentes se dirigieron hacia él. Ya que Thor Odinson había sido la única persona que tuvo un altercado con SIM hace un tiempo y era con el que tenía más enemistad.

—Voy a ir a investigar. —avisó el Dios en tono solemne y orgulloso—. No le temo a dos humanos por muy superiores que se crean. —dijo dispuesto a irse—. Además, algo me ha estado molestando.

En la última batalla con SIM en el restaurante, había sentido algo diferente. Sin embargo, no sabía qué exactamente.

—Trata de ir con cuidado. —dijo la voz una mujer rubia—. Todavía no estamos lo suficiente unidos para enfrentarnos a los villanos. —recordó con seriedad—. Recuerda que Hydra y SIM son considerados casi los líderes decisivos entre los villanos y pueden mover a las masas con facilidad.

Thor volteó sin responder.

Era un Dios y no tenía nada que temer.

Anthony se recostó en un sofá, finalmente solo después de la visita de Hydra.

Poco a poco, se estaba acostumbrando el ver al soldado sin tener ningún encuentro sexual. A veces, simplemente se dedicaban a conversar de temas sin sentido o criticar películas ambientadas en las guerras, argumentando como ellos podrían planear estrategias mucho más efectivas.

«A Frijolito le gusta su compañía» pensó Tony tocándose el vientre levemente abultado.

Habían pasado cuatro meses con exactitud.

Su abdomen solamente parecía hinchado como si hubiera comido en exceso y era relativamente entrañable ver cómo una pequeña pelotita se instalaba en su vientre bajo. A Hydra parecía gustarle mucho como estaba cambiando físicamente.

Aquello había esfumado todas sus dudas.

—Se vuelve más loco de lo que ya es, en el momento de coger. —murmuró con una sonrisa, recordando cómo Hydra era como un devoto creyente en decir lo mucho que le excitaba verlo subir de peso.

«A ese psicópata solo le gusta ver mi trasero más grande» pensó, rodando los ojos con diversión.

—Estoy pensando mucho en Hydra. —se dijo un poco sorprendido.