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꒰ dazaisolo.pdf ꒱
dazai abre los ojos y ve de nuevo el mismo estúpido techo de todos los días.
por un instante, no había existido. un poco antes de reaccionar era el nada y ese nada era la mejor sensación del mundo.
lamentablemente ya había despertado. debía "ser" dazai osamu.
y con todos esos horribles pensamientos dentro de su cabeza, se sentó en su cama y vió a su alrededor. su recámara era un desastre, justo como él.
era... deprimente.
simplemente se levantó y con las pocas fuerzas con las que contaba salió de su habitación y se decidió desayunar algo que no fuese una lata de cerveza.
apenas salió, sintió un ligero olor a comida; dulce... ¿esponjoso?¿era acaso eso un olor? no importaba. su mirada fue hacia donde su nariz le indicaba. rápidamente encontró un plato con aluminio dentro.
no lo pensó ni dos veces y quitó el aluminio de manera brusca.
eran un par de panqueques. no tenían mermelada o mantequilla. sólo panqueques.
de inmediato, tomó uno de ellos y lo llevó a su boca.
mientras masticaba no podía dejar de pensar en como la comida "de verdad" se sentía tan bien al caer a su vacío su estómago. no quemaba como el alcohol o el café.
tal y como su nariz lo dijo, los panqueques eran esponjosos, dulces y... fríos. el aluminio no había ayudado mucho pero no era como si le diera una gran importancia.
justo al acabar de devorar el primer panqueque, pudo notar un trozo de papel doblado a la mitad a lado del plato.
dazai tomó el otro panqueque y con su otra mano el papel.
mientras daba un gran mordisco abrió lo que parecía una nota:
" espero que le gusten estos panqueques, dazai san <3. — atsushi "
y con esas pocas palabras, dazai sintió una fuerte presión en el pecho. sintió que el tiempo se detuvo por segundos. su cuerpo seguía funcionando pero él se había quedado en pausa.
a veces, cuando su discípulo le sorprendía con ese tipo de detalles que son tan típicos de las relaciones humanas dazai sentía muy muy profundo de su ser que quizá valía un poquito la pena vivir. era una sensación efímera; era cálida y reconfortante. así era como se sentía el cariño.
y es que era raro que la gente se preocupara por él. no le molestaba o le lastimaba. aunque, debía admitir que, de vez en cuando se sentía bien saber que le importabas a alguien.
cuando dazai terminó su panqueque, se levantó y regresó a su cama. se saltaría otro día de trabajo.
de todas formas casi nadie lo notaría.
quizá su mente era un caso pero al menos su estómago estaba en paz.
