Extra

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Abrió los ojos lentamente mientras se acostumbraba a la luz que entraba de la ventana. Le había dicho a Louis millones de veces que cerrase las persianas para que no entrara la luz por las mañanas pero nunca le hacía caso.

Se levantó medio gruñendo y cuando iba a eliminar todo rastro de luz en la habitación se dio la vuelta para mirar al pequeño ser que se encontraba envuelto en sábanas.

Tantos años y seguía igual de pequeño, igual de revoltoso e igual de desordenado.

Miró la hora que era y ya daban las 10:30 de la mañana, Harry desistió en quitar la luz del sol que se colaba cuidadosamente en el lugar y decidió tirarse encima del lío de cabellos castaños y mini ronquidos silenciosos que había en la cama.

Se tiró pero despacio, cuidando de no hacerle daño a Lou.

-mmmph- murmuró Louis quejándose, Harry aprovechó para abrazarse a él y empezar a dejar suaves besos por toda su cara.

-Despierta bella durmiente.- susurró.

-Cinco minutitos más.- Louis se dió la vuelta alejándose de Harry y este último tuvo una de sus increíbles ideas.

Atrapó a Louis entre tantas mantas, arropándolo con cuidado como hizo con Boobear junior tantos años atrás.

-Pues ahora ya no te vas a mover más.- dicho esto Harry lo volvió a aprisionar entre sus brazos pero con la idea de no dejarlo levantarse.

Y Louis, como si fuera un adolescente que ama llevar la contraria, se intentó levantar rápidamente de la cama luchando para poner su pie en el suelo.

Obviamente Harry era más grande y más fuerte pero Louis era ingenioso y sabía lo que tenía que hacer para salirse con la suya.

-Vamos Harry...tenemos que visitar Jamaica, acabamos de llegar y aún no visitamos ni un cuarto de lo que hay que ver.- se quejó como un niño pequeño.

-No, nunca te dejaré salir de esta cama y si pudiera te atraparía en un frasco para protegerte y llevarte a todas partes conmigo.

-Eso ya lo haces y sin necesidad de frascos, tonto.- Louis contestó haciéndose el molesto mientras se revolvía en la cama.

Su molestia duró poco pues Harry colocó la venosa mano de Louis entre la suya y empezó a besarla suavemente, parándose en aquel anillo en concreto.

-Te queda genial el anillo de compromiso...es sexy - dijo Harry mientras observaba fijamente el anillo de plata que recreaba la figura de un mini osito de peluche.

Harry escogió especialmente ese modelo y aunque pudiera parecer una mala copia de algún pendiente de la marca Tous a ellos les encantaba.

Lou aprovechó el despiste para levantarse corriendo de la cama.

-Aún no sé porqué acepté casarme contigo.

-Porque me amas, me amas desde aquella vez que saliste del baño en aquella desordenada habitación y viste a un sexy limpiador.- dijo Harry sin creérselo mucho pero aparentando ser todo un dios griego haciendo muecas con la cara.

-No te lo puedo negar amor, me enamoraste desde el primer momento, aún con tu vestimenta estabas guapísimo.- dijo Lou haciendo una pausa antes de continuar- además, llegaste justo a tiempo, justo después de la mejor cagada de mi vida.

Harry le lanzó una almohada a la cara, Louis la esquivó fácilmente.-¡Qué asco Lou! ¡Que yo tuve que entrar ahí después!

-Venga ya, hemos hecho cosas peores como para que eso te de asco ahora.

Harry se sonrojó y enterró su cara en la única almohada que aún quedaba en la cama.

-Boo,vuelve aquí por favor.- susurró aún con la cara enterrada en el mullido almohadón.

-Harry no, hay que explorar el lugar y luego si quieres ya le damos uso a la cama.- dijo Louis riéndose y levantando las cejas.

Y esos argumentos se habrían convertido en una pequeña pelea, la pelea entre  quedarse en cama todo el día o salir a explorar, pero todas las dudas que había en el aire se disiparon cuando ambos escucharon que alguien llamaba a la puerta al grito de "¡Servicio de limpieza!"

Harry y Louis se miraron a los ojos, aquellos ojos que brillaban hasta en la noche más oscura porque, al fin y al cabo, esa era su historia. Todo empezó al grito de aquella frase recientemente pronunciada y que indicaba que debían dejar la habitación de aquel hotel en Jamaica.

Poco a poco las sonrisas crecieron en sus rostros, Harry besó su tatuaje del corazón y su anillo de compromiso antes de dar un salto y salir de la cama.

Louis sonrió aún más, victorioso de ganar y lograr visitar Jamaica con su prometido, porque sí, aquel chico era y es el amor de su vida.

Perdón, es muy poquito texto el extra pero no quería hacer la historia muy larga <3

Room service || OS LarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora