capítulo 4

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La última vez, ese día era un recuerdo vivaz en mi cabeza, no dejaba de pensar en su sonrisa y su inigualable forma de mirarme, no sabía a donde se dirigían todos estos sentimientos recurrentes en mi, pero lo que si sabía era que jamás podría cambiar de opinión respecto de llegar a estar con mi dulce estrella.

-No fue tan malo sabes, me divertí aunque al final, bueno tu sabes yo...- Esa costumbre de completar mis frases siempre estaba presente cuando hablaba con él

-Y lo arruine todo por ir tan de prisa ¿no es así? Se que a veces soy intenso, pero bueno no tengo muchos amigos y menos amigas y bueno tú, me caes bien- Nuestras miradas se cruzaron por un minisegundo y juraría que me besaría, estaba tan nerviosa que no sabía cómo romper ese hechizo que causaba en mi, este chico me hacía perder todos mis deseos por estar con alguien más,  incluso si se traba de Jayden.

-Tú también me caes bien, pero bueno entremos- se notaba mi nerviosismo podía sentirlo ya que mis mejillas ardían y mi corazón estaba más acelerado de lo normal, extraño sentimiento, pero debía admitir que me gustaba sentirlo

-Claro después de ti tómate- Soltó una cálida pero encantadora carcajada a lo que provocó un regaño de la profesora la cual no parecía estar de buen humor

-Si van a entrar para reír mejor salgan los dos, en esta clase no se permite nada de noviecitos, será mejor que tomen asientos separados o de lo contrario llamare a sus tutores- Vaya que genio, ni siquiera parecíamos pareja, éramos lo más lejano a serlo, quizá solo en un universo de los que me gusta escribir, pero en definitiva no en este mundo.

-Lo siento, pero nosotros no- Trate de calmar un poco el ambiente, era demasiado tenso y todos nos miraban atentos, esto no podía tornarse más incomodo

-No me interesa, solo pasen y guarden silencio, y al primero que vea hablar o escuche susurrar se va de mi clase y no presentará examen- estaba sentencioandonos cuando apenas era el primer día de clase, vaya forma de presentarse, en definitiva ella nos sería de mis maestros favoritas.

-Tranquila, solo trata de vivir un rato sin mi- rodé los ojos al escuchar su comentario, ¿quien se cree que es para ser mi prioridad?

-Descuida eso lo hare- Susurre entrando al salón con la vista en el suelo, no quería verle la cara a esa maestra, podía sentir así miradas en mi espalda así que somo busque un lugar disponible y lejos de Alex.

-Excelente, iniciemos la clase jóvenes- Nadie respondió a sus preguntas, esta maestra era de miedo.

-Esto no puede ser peor- La clase fue extremadamente aburrida, mi mente solo escuchaba bla..blaa....blaaa... ni siquiera sabía porque la impartían si no tenía nada que ver con nuestra carrera, pero en fin lo único que podía hacer era fingir prestar atención.

-Señorita, podría darme u  ejemplo por favor- miraba el reloj de la pared, cada segundo que marcaba, cada minuto y hora, no tenía nada en mente pero me gustaba ver volar el tiempo.
-¿Señorita?-

-Victoria- Esa voz me hizo reaccionar, sabía que era Alex, traté de buscarlo con mi mirada pero me cruce con la de la maestra al parecer esperaba a que alguien le respondiera algo. ,,

-Señorita Victoria podría darme por favor un ejemplo, espero que se haya bajado ya se su nubecita- No tenia ni la menor idea de lo que me hablaba, estaba perdida en el reloj que no había prestado atención.

-Ejemplo de que maestra- no podía a ver dicho algo mejor, de lo contrario quedaría como una tonta frente a todos.

-Sabía que no estaba poniendo atención, lleva horas mirando el reloj, si tanto espera a que mi clase termine porque no sale- Dios mío, no de nuevo la segunda vez que no entro a esta clase.

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