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Estaba solo por fin.
Echo demasiado cereales en el tazón y salpican la leche. El desayuno es-la-comida-más-importante-del-día. El desayuno me convertirá en un cam-pe-ón.

...Cuándo era un chico de verdad con dos padres y sin cuchillos carniceros, para desayunar se servía hotcakes con fresas frescas y crema casera por encima. Siempre desayunaba mientras leía un libro apoyado contra el frutero. En casa de Louis comíamos postres acompañados con miel fresca de verdad, y no esa miel falsa del supermercado, mientras leíamos comics del periódico...

No. No puedo volver ahí. No pensaré. No miraré.
No contaminaré mis pensamientos con él, ni con sus ojos, y no pensaré en su voz diciéndome: Te quiero, Harry.
La suciedad y los errores han recorrido mi interior.
Ahora, mi interior brilla y está en paz.
Está limpio.
El vacío es bueno. El vacío es fuerte.

...El año pasado conducía en coche, con las ventanillas abiertas y la música a todo volumen. Era el primer sabado de octubre. Conducía yo para que Louis pueda arreglar su peinado.
Éramos hermanos secretos con un plan para dominar el mundo y el potencial burbujeaba a nuestro alrededor como si se tratara de Champán. Louis se reía. Yo me reía. Era lo mejor del mundo.
El coche que conducía delante de nosotros frenó repentinamente mientras el semáforo se tornaba ámbar para finalmente teñirse de rojo.
Mi pie quedó suspendido sobre el pedal.
Los márgenes de la carretera se difuminaron. Un hormigueo oscuro me recorrió la espalda hasta envolverme los ojos, como si se tratara de una bufanda de seda. El coche de delante desapareció.
El volante se esfumó. No había rastro de Louis, ni del semáforo. ¿Como debía parar esa cosa?
Louis gritó en cámara lenta.

... ::Nube/explosión/sangre/aire:: ...

Cuándo me desperté, una persona de primeros auxilios y un policía me observaban con el ceño fruncido. El conductor del coche contra el que había colisionado estaba gritando por el teléfono móvil.
Tenía la misma presión sanguinea que una serpiente congelada.
Mi corazón estaba agotado.
Mis pulmones nesesitaban un descanso.
Me clavaron una aguja, luego me inflaron como si fuese un globo de feria y me transportaron en ambulancia hasta un hospital de enfermeras con miradas de acero que tomaban nota de todas las cifras con un bolígrafo.
Mamá y papá llegaron enseguida y esta vez, para variar, vinieron juntos.
Se alegraban de que no hubiera muerto.
Una enfermera le entregó mi expediente a mamá. Lo leyó y le explicó el desastre a mi padre. Entonces empezaron a pelearse, una avalancha de riñas que salían a borbotones por las sábanas antisépticas hasta llegar al vestíbulo.

Estaba estresado/programado/frenético/no, deprimido/no, con necesidad de atención/no, con necesidad de disciplina/con necesidad de descansar/con necesidad/tu culpa/tu culpa/culpa/culpa.
Dejaron la huella de su guerra en este saco de huesos.

Se hicieron llamadas telefónicas. Mis padres me obligaron a ir al New Seasons Private Hospital.
Louis se libró de todo, como de constumbre. Ni siquiera un rasguño. El seguro le cubrió con creces todos los daños, así que acabó con el coche arreglado y altavoces nuevos.
Nuestras madres mantuvieron la típica charla de: Todos los adolescentes pasan por esto, ¿qué le vamos a hacer?
Louis pudo arreglarselas para convencer a sus padres para que no lo manden a una psicóloga, mientras a mi me encerraban y me introducían agua con azúcar en las venas...

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⏰ Última actualización: May 02, 2015 ⏰

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