Lena

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Punto de vista: Heaven.

Estaba mirando a Magdalena mientras jugaba en su consola. He decidido pasar tiempo en su departamento los fines de semana para lograr olvidar a Akira.

Magdalena mira de re ojo— ¿Hay algo de que hablar? — siguió presionando los botones de su control.

— Necesito que me prestes atención.

Al decir eso ella encendió su micrófono para solo decir "Chicos me iré por un rato"

¡Ah!, como me encanta. Dejó el control sobre la mesa y se volteó a mirarme. No parecía estar enfadada al dejar su partida solo para hablar.

— Ayer hable con Akira.

— Se supone que sería ella quien te buscara.

— Está bien, todo salió perfecto.

Le conte todo, sus celos se reflejaban, de vez en cuando bajaba la mirada, mordía su labio inferior, achinaba sus ojos entre otras cosas.

— Se ha guardado la foto en google fotos por suerte. El plan está listo para joderle la vida.

— Oye, ¿no crees que esto es muy fuerte? Digo, puede ocurrirnos algo. Akira tal vez trate de seducirte.

— Nada de eso ocurrirá, todo estará bien.

Me gustaba este "role" que estaba tomando, vengativa y romántica, tal vez también me gustaba que dos chicas sintieran celos de que alguien más quiera estar conmigo.

Caminé hasta Lena (me gustaba más llamarla así) 
Me senté en sus piernas, quité sus auriculares y comencé a besarla. Esta vez con más confianza, rodeo su cuello con mis brazos mientras ella colocaba sus manos en mi cadera. Sentirme como la personaje principal en busca de venganza es todo lo que alguna vez quise y esta vez lo hare sin miedo.

— Siento que te estás preocupando mucho por la venganza, deberías tomar un descanso.

acaricié su rostro— Siento que tú te estas preocupando demasiado, Akira no hará nada conmigo.

— Solo no te quiero perder. Estás cambiando tanto por ella.

— Cambio por nosotras.— desabroche varios botones de mi camiseta.

— Heaven, no quiero esto. — volteó su mirada— quiero que me prometas que no te irás con esa chica.

suspiré mientras seguía quitándome
mi camiseta— Lo prometo.

Ella volvió a mirarme a los ojos para luego bajar su mirada poco a poco hasta mis senos los cuales estaban solamente cubiertos por un brah violeta oscuro.

— Personalidades... —susurró.

Tan pronto acercó sus manos a mis senos una sonrisa resplandeciente salió de su rostro, como si se tratase de una niña jugando con muñecas. Pero su felicidad no duraría tanto cuando su teléfono empezara a sonar.

— ¿Quién es?

— Es papá. Contestaré.

— Claro.

Su cara rápidamente cambio de estado a uno preocupante.

— ¿Que?... ¿cómo ocurrió?... estaré ahí en cinco minutos.

— ¿Que ocurre?

—...Mamá tuvo un accidente.

Me bajé de sus piernas, ella agarró las llaves de su auto y se acercó a la puerta. Antes de salir se detuvo, se dió media vuelta y me besó.

¿Será Para Siempre?Where stories live. Discover now