—¿Puedo preguntar qué hacías arriba de un caballo para darte tal golpe?— Pregunta Louis
—Jugar polo— contesta Laurens.
—Oh, sí. Escuché que eran las finales.Que guay que seas jugador de polo— dice tocando la columna del joven un poco.
—Sí... No está mal.
—¿Y eso que no está mal? ¿No te gusta?
—No mucho. Está divertido pero no me muero de ilusión.
—¿Entonces esa es la actividad física que realizas?— Pregunta anotando. También es bueno saber el deporte que realiza el paciente.
—No. También bailo— asegura viendo que el joven apunta y se vuelve a acercar a Laurens.
—¿Puedo preguntar qué bailas?— Dice de casual.
—Ballet. Llevo desde los cinco.
—Supongo eso explica el peso— dice asintiendo en su lógica mente. —Yo soy un fracaso para bailar. ¿Te duele algo a parte de lo evidente?— Pregunta y Laurens niega.
—No. Todo está bien.
—Oye, lo siento por la pregunta, pero es mi trabajo. ¿De qué es todo eso?— Pregunta por los evidentes golpes que aún se notan.
Laurens suspira y mira a Louis que le asegura que será secreto profesional. Tal y como le dijo el doctor que hiciese. —Solo llevo una mala racha en el instituto...
—Oh... Ya veo. No debes estresarte por esas cosas. ¿Tienes algún compañero molesto?— Pregunta y Laurens asiente. —Yo tenía compañeros así también. Siempre he sido el más pequeño de clase y era una buena razón para meterse conmigo. Seguro no tienes culpa de nada. ¿Has hablado con tus padres? Tal vez un cambio de instituto...
—No...— murmura Laurens acariciando uno de sus brazos.
—¿Por qué?
—Una larga historia — asegura Laurens sintiendo un momento de tranquilidad por primera vez en sus meses terroríficos.
—Ya te he dicho... No estás solo en todo esto. Muchos hemos pasado por ahí. ¿Quieres que hable yo con tus padres sobre todo esto?
—Yo... Ehm... No. Lo haré yo pronto— dice dudoso y mira de nuevo al hombre.
—Bien, eso es un gran paso. En diez minutos tienes la primera radiografía y cuando acabe todo te subirán a planta. Te veré allí entonces.
—¿Puedo preguntar algo?— Dice Laurens y Louis asiente. —¿Cómo has conseguido este trabajo?
—Solo soy ayudante de hospital. Estoy ya en último año de universidad. Estoy estudiando enfermería. Pero la universidad de Ginebra me mandó hacia aquí con una beca.
—¿Estás aquí solo?— Pregunta Laurens y Louis asiente.
—Pero voy a cumplir los dieciocho casi ya. Me queda una semana. Veo que tú también has cumplido los años hace poco. Felicidades. Por cierto, ahí tienes una bata. Si necesitas ayuda no dudes en avisarme— dice Louis con una sonrisa saliendo del lugar hacia donde el doctor y luego procede a entrar Eleanor junto con John.
—Qué chico más bonito, eh— dice Eleanor dándole un pequeño codazo a su hijo.
—Tiene un año más que yo. Va a cumplir los dieciocho pronto— asegura Laurens mirando aún por dónde se marchó el chico.
—Es tierno— dice Eleanor.
—Mamá— se queja John avergonzado. —Suficiente.
—Solo digo la verdad.
***
—Sí... Efectivamente te van a operar otra vez— asegura Louis hablando con John. Siempre le dejan a Louis que hable con los pacientes que suelen ser niños o jóvenes, sobre el proceso que se llevará a cabo. —Por así decirlo van a fijar los trozos rotos que se puedan de forma interna. Eso será permanente y luego de forma externa son como unos hierros que se quitan al tiempo cuando está bien unido. Pensaba que no lo necesitarías— Intenta explicar.
—¿Cuánto tiempo voy a estar así?
—De cuatro a seis meses por lo de la operación... Y lo otro deberiaer un mes aproximadamente— asegura Louis y Laurnes se echa las manos a la cara.
—No puede ser— dice histérico. —Dios santo. Tengo una programación entera de ballet.
—Tu salud es primero. Te está corriendo mal el riego sanguíneo, por no decir que tienes la pierna fatal. Literalmente no podrías volver a bailar si no reposas bien— afirma Louis. —Tranquilo. Seguro se te pasa en el mínimo tiempo posible. Si mantienes un buen reposo y te cuidas tal vez en tres meses estás como nuevo— dice siendo optimista con el chico.
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El número tres | Lams
FanfictionUn joven se enamora de un polista católico apasionado por la danza, finamente ambos deciden seguir el destino hasta ver que sucede. Esta es la segunda edición de mi libro (la única que se puede leer actualmente). Cuenta con unas 78.000 palabras.