CABAÑA 001 [+21] [TERCERA PARTE DE CELDA 001] [TERMINADA]

CAPÍTULO 25

EMY

– Me cago en la puta – doy vueltas por la habitación nerviosa.

– No entiendo – Nika parece más descolocado que yo.

– Acabo de presenciar a mi hermano follando con mi prima – musito sin creérmelo.

– ¿Qué les pasa? - me mira con los ojos muy abiertos.

– ¿Puedes salir y decirle a Zoe que venga por favor? Quiero hablar con ella a solas – me toco las sienes.

– Si pero no te pongas nerviosa – me mira preocupado.

Asiento y espero a que venga.

Esto tiene que ser una broma. Primero yo, luego ellos. Algo tenemos en común que nos ha fallado a todos.

– Hola – sonríe Zoe.

– ¿Cómo se te ocurre? - la cojo del brazo bruscamente.

– ¿Qué pasa? - pregunta sin entender.

– Acabas de follar con mi hermano y me preguntas ¿que pasa?

Se queda blanca y se zafa rápidamente de mi agarre.

– No sé que estás diciendo – me da la espalda.

– Lo sabes perfectamente – le hago frente.

Me mira pero no dice nada.

– ¡Zoe! - grito para que espabile.

– No entiendo porque reaccionas así.

Suelto una carcajada llena de ironía y me plato en su cara.

– ¿Que no entiendes? ¿Quieres que te haga una fiesta? ¿O como va esto?

– No me hagas hablar Emy – me mira fijamente.

– ¡Eso es lo que quiero! ¡Que hables y me expliques! - grito de nuevo.

Ahora es ella la que me coge bruscamente del brazo y mira a la puerta asegurándose de que nadie nos ve.

– Eres una hipócrita comportándote así cuando sabes perfectamente que eres la primera que te has follado a Dylan – escupe.

Abro mucho los ojos de sorpresa y niego rápidamente.

- Estás buscando cualquier excusa, eso no es verdad – digo seria.

- ¿Ah no? - ríe irónica - ¿No habéis follado en Alaska, en la habitación de al lado a la nuestra? ¿Tampoco te has metido con él en tu propio baño justo antes de irte a trabajar a Alaska?

- No – niego.

- Eres una puta mentirosa – gruñe.

- No me llames puta – me acerco más a ella.

- Si, he follado con tu hermano, y tú has follado con el primo. No sé que mierdas me vienes a decir.

No sé como cojones se ha enterado y la rabia me ciega. La empujo tan fuerte que cae sobre mi cama con los ojos muy abiertos.

– Hipócrita agresiva de mierda.

Como ella no es menos que yo, se abalanza contra mí y me tira al suelo.

Me pega un puñetazo y siento la sangre brotar de mi labio. Me revuelco con ella y quedo encima suya haciéndole lo mismo.

Las lágrimas nos ciegan y creo que ninguna somos conscientes. De un momento a otro, estamos llenas de golpes, arañazos y todo lo imaginable.

Se escabulle rápidamente por el suelo y corre hacia fuera. La persigo con todas mis fuerzas y la alcanzo de nuevo en el jardín cogiéndola del pelo.

Volvemos a caer y siento mi cara arder por todo los golpes que me da, aunque creo que ella debe sentirse igual.