Me di cuenta de que alguien tiraba de mi jersey con pelusillas era el, había vuelto a por mi, sentí euforia cuando noté que su mano me rozaba dijo:
-Maricona ¿A dónde vas tan rápida?
- Es que me he.... hecho caca encima-
-No, si eso ya lo he visto, además has cagado cono una reina, oye ¿Que laxante usas?- me sonroje.
-Es...es natural- dije.
-Impresionante- dijo.
Amablemente Shaggy me invitó a su casa para ducharme . Tenía un vestidor rosa chillón lleno de pelucas, tacones, lencería cara, vestidos, en resumen tenía mas ropa femenina que Focus y yo juntas. Sería un chico coqueto. Cogí el albornoz de Hello Kitty que había colgado en la puerta de la habitación y me duche. Luego shaggy limpio la mancha con mi jersey y quemó mi ropa decía que mi jersey era un insulto hacia la moda (encima de coqueto tenía buen gusto, era el chico perfecto).
Derrepente su telefono sonó:
-Cariiii - dijo la voz al otro lado del telefono- que no llegamos a clase de zumba.
-Cierto- dijo Shaggy- maricona, vienes conmigo ¿no?
-Si, si- respondí con voz temblorosa, cada vez me gustaba más ese apodo cariñoso. Maricona, dicho por el sonaba elegante.
- Vale, un segundo, voy a vestirme- dijo.
A los pocos minutos apareció de nuevo vestido con unas mayas y una camiseta rosa en la que ponía " Cheerleader".
Shaggy condujo hasta una pequeña escuela de baile en la que aparentemente le enseñaban zumba. Durante el trayecto cantamos al ritmo de La Ramona.
En cuanto llegamos una mujer corpulenta se acercó a saludarnos.
- Ahí va, la hostia Patxi, ¡Cuanto tiempo!-le dijo.
-¡Hola Maruchi! ¿Desde cuando estás aquí?-
-Vine hace una semana y me pasé por aquí por que me dijeron que frecuentas el lugar.
- ¿Y que pasa con tu trabajo?
- Ser distribuidora avon es un trabajo duro, pero logré cojerme unos días libres.
- Ahh, Maruchi, esta es mi amiga Pelli, Pelli, esta es mi hermana Maruchi- Estaba confusa ¿Patxi?¿Ahí va, la hostia?
- Patxi...¿Patxi?- susurré y del esfuerzo me mareé y me tuve que sentar.
Cuando me recuperé me lo explico todo. Su verdadero nombre era Patxi y era de Euskadi, pero se mudó aquí cuando salió de Narnia.
Mientras Patxi bailaba, su hermana susurró:
-Menudo mariposón- enserio, le gustaban las mariposas, hombre ideal.
- ¿Que pasa, que es Euskadi no hay mariposas?- dije comprendiéndolo.-Ahí va, la hostia, el mariposón y la gilipollas- dijo Maruchi.
Sonreí, ya teníamos un nombre de pareja.
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Enamorada de un homo
RandomPelli nunca hubiera imaginado que aquel encantador hombre que había conocido en un pub de chueca podía no ser lo que ella esperada.