Las primeras veces siempre son las más intensas, ya sea por la adrenalina de vivir algo nuevo o por el simple hecho de tener la obligación de recordarlas toda la vida simplemente por ser <las primeras> cuando en realidad el primer beso nunca es el primero que cuenta de verdad sino con la persona que te importa, cuando ni si quiera te acuerdas de la primera vez que hablaste sino de cuando dijiste un te quiero por primera vez, porque las primeras veces no siempre son las primeras y porque sólo cuentan las que tú quieres que cuenten.
La primera vez que quise hacer contar una relación me salió bastante mal al punto de entrar en un pozo de no retorno o un remolino con fuerza 7 sobre 8.
Pero eso no lo ves el primer día, ni el Segundo ni si quiera a la semana que cuenta 6, porque eso solo es el reflejo de una corta vida con intensidad de ser eterna, y porque los dolores de cabeza no vienen cuando estas celebrando tu primer san Valentín.
