Un día como vino se fue, pero con la pequeña diferencia de que las hojas ya no estaban verdes color primavera sino marrones color otoño, el coche ya no estaba nuevo, sino lleno de cagadas de pájaros y el novio, bueno, el novio se fue para no volver o eso me quiso hacer creer.
Lo único que me quedaron fueron los amigos, y pobre de mi de no haberlos tenido eso si, descubrí algo que me cambió la vida para siempre.
Una de las cosas que tienes cuando te dejan es tiempo, tiempo para leer,tiempo para correr o para dormir que es lo que acabas haciendo la mayor parte del día, y en una de estas horas que ya había comido,dormido,llorado,bailado y todas las acciones posibles que acaben en -ado, decidí ponerme ha limpiar el móvil de aplicaciones sin sentido y recupere mi playlist, una playlist que es más que música, son recuerdos,pero lo que no sabía Esque terminarían siendo vida.
Meses después logré poner esa playlist sin llorar, logré quitarme los cascos y ponerla en altavoz, la grité por toda la casa y por primera vez después de mucho tiempo conseguí no sentir nada, todo indicaba que lo había superado pero para mi sorpresa o más bien para mi desgracia
-tok tok /// llamaban a la Puerta.
