━ 𝐈𝐕: Solo intento ayudar

471 40 91
                                    

•─────── CAPÍTULO IV ───────•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

── CAPÍTULO IV ────

SOLO INTENTO AYUDAR

───────●◎•◎●───────

( NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR )

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

( NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR )

◦✧ ✹ ✧◦

       EL OLOR A CAFÉ RECIÉN HECHO inundó las fosas nasales de Raine, que esperó a que la máquina terminara de verter las últimas gotas de líquido en un vaso de plástico. El pitido final que emitió el aparato fue la señal que la joven necesitaba para coger el recipiente con la mano que tenía libre, procurando no quemarse en el proceso. En la otra mano —la izquierda— sostenía otro vaso idéntico del que emanaba un exquisito olor a caramelo.

Cargada con los dos cafés, Raine volvió sobre sus pasos, recorriendo nuevamente el pasillo que conducía a la UNCI¹ del St. Thomas. Mientras lo hacía, le resultó imposible no rememorar la angustiante sensación que la había embargado una hora atrás, cuando avanzó por primera vez por aquel sector del hospital. Lo había hecho junto a Jax, su madre y el resto del club, y lo cierto era que aún le costaba digerir que las cosas se hubiesen descontrolado tanto.

A Wendy, la exesposa de su hermano mayor, le habían tenido que practicar una cesárea de emergencia debido a una sobredosis. Pero, a pesar de que actualmente se encontraba inconsciente —o mejor dicho sedada—, no había sido ella la que se había llevado la peor parte, sino su hijo Abel.

El pequeño, que ahora era un bebé prematuro que se había adelantado diez semanas, había nacido con un defecto congénito en el corazón y una gastrosquisis². Tara Knowles, quien era una de las doctoras que se estaban haciendo cargo de su caso, les había explicado que la gastrosquisis consistía en una fisura en el abdomen que, si bien de forma aislada no resultaba mortal, junto con el problema del corazón constituía una bomba de relojería. Hasta el punto de que los médicos no le daban más de un veinte por ciento de probabilidades de sobrevivir.

Ramé | Hijos de la AnarquíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora