MI HISTORIA LXXXI
Volver a casa.
Durante semanas intente mantenerme viva, luche contra cíclopes, encontré personas que me ayudan a seguir adelante, me enfrenté a una diosa, terminé entre dos dioses por mi aparente custodia, descubrí que mi padre es un dios, un dios de los tres grandes de la mitología griega y descubrí que la mitología griega no es una mitología, es la historia de mis antepasados, vi morir a mamá y me alejé de casa, mantuve mi esperanza aunque estaba aplastada, demostré mi valor, presencié el reclamo de mi padre como su hija, obtuve un hermano, obtuve una familia nueva, obtuve un nuevo hogar, tengo amigos a mi alrededor, descubrí el amor imposible de mi madre y ahora soy una nueva yo.
Forks estaba nublado, el aeropuerto estaba vacío como de costumbre para estas épocas, las personas grisescas, el aire se sentía pesado, pero a diferencia de Forks de alguna forma extraña, Percy y los demás me llenaban de alegría el corazón, habíamos acabado pidiendo un taxi en el que todos podríamos ir, pero nos costaría una fortuna, algo que por suerte cargaba encima.
El recorrido por Forks lo paso con la cabeza pegada al ventanal, pues me correspondía a mí dirigir al taxista y aunque ver el lugar me desconcertaba porque no era mamá quién conducía, me mantenía atenta, inclusive distinguí aquella cafetería en la que mamá siempre compraba su café, la vi reflejada en la silla del ventanal y no pude evitar soltar una lágrima, la vi caminar por los comercios de Forks como su franela blanca y un gorro blanco que la cubría del frío, la vi cruzar la calle cuando el semáforo estaba en rojo.
La vi en cada esquina.
— a la izquierda —masculle con un hilo en la garganta, pero fue suficiente para que el taxista me escuchará.
Pude ser capaz de reconocer que estaban cerca uno de los días festivos de Forks, no sabía cuál exactamente, pues nunca los llegué a entender o tal vez nunca les tome la verdadera importancia.
— en la calle segunda —y cuando estuvimos cerca de llegar al camino que me llevaba a casa.
Sentí como el aire se vaciaba y mi corazón empezaba a tender de un hilo. Casi como si hacía mucho me faltará, busqué en mi bolsa las llaves de la casa y levanté mi mirada cuando reconocí la casa en medio del bosque, fruncí mis labios, cuando la conmoción de abrumó— es la única casa, ¿es la suya? —
Asentí al taxista y suspiré— ¿cuanto es? —
El taxista no demoró en responder, aunque siquiera le miraba— serían siete dólares —
Entregué el dinero y me dispuse a bajar, pero cuando siquiera quise tocar la manija, Jasper apareció frente a mí y abrió la puerta, mantenía su mirada firme en mí y por segundos sentí que me derrumbaría, pero él dijo— dame la maleta, te ayudaré —lo sabía, estaba rota y él estaba siendo condescendiente conmigo.
El taxi se marchó y todos nos mantuvimos a los pies de la casa. Seguía tal y como la recordaba, pero con ese aura de melancolía impregnada para siempre. Por un momento no pude evitar ocultar mi dolor y soltó un bramido cuando sentí que mi corazón se desbordaba de dolor, pero unos brazos me atraparon y supe que era Percy por el olor a algas que cargaba encima— has consumido tu dolor por mucho —masculló en mi cabeza— ya puedes descansar —fue suficiente para que mis labios se abrieran y mis dientes crujieran cuando me dedique a llorar en su hombro y abrazarle con fuerza.
Porque aún a mi lado sentía que faltaba alguien y no podía evitar sentir que era Lily, aunque estuviera en mi corazón, hacía falta tenerle frente a mí.
Pero aún así, este oscuro túnel tenía un final y estaba iluminado por luces que me ayudaban a salir adelante, de la mano de Percy subí las escaleras para llegar a la puerta y abrirla de jun giro, miré en un interior y el revoltijo de cosas aún seguían ahí, me recordó a la pelea que tuvimos y el suelo en el que mamá yació y pereció.
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PERSEA FORKS © - La Gracia de Artemisa
FanficCuando Persea Forks vive con su madre y sin problemas, lejos de la vida ajetreada de la ciudad y demás ocupaciones, su madre Lily, le guarda secretos de su padre. Lyra mantiene la idea de que su padre nunca apareció porque decidió vivir su vida inde...