Hoseok se maravilló al ver aquel mundo, era como una ciudad llena de lujos con un castillo en el centro. El aire era tan puro que sentía que rejuvenecía años, a su lado Taehyung y FuJin quien lo conduciría por aquel mundo pues de tomar el camino equivocado podría ser atacado por los guardianes espirituales de Amaterasu y Tsukuyomi.
Las flores de cerezo parecían brillar como hermosos diamantes debido a la luz cegadora de la diosa del Sol. El viento refrescante y la calidez del alma los llenaba de una paz impresionante que Hoseok nunca había sentido. Sin embargo, percibió la mirada de algunos habitantes de aquel mundo al ver a Taehyung, lo veían con desprecio y eso lo molestó en gran manera y entonces tomó su mano.
Taehyung sintió paz con solo el contacto de la mano de Hoseok, se veía tan frágil, pero poseía una fuerza que Taehyung admiraba. FuJin notó que ambos habían cambiado en su trato y se notaban avergonzados y algo tensos.
— ¡FuJin! — gritó el dios Takemikazuchi mientras bajaba desde la altura, FuJin vio la mirada preocupada del dios y agitó su mano.
— ¿Qué sucede?
— Jimin se coló en mi carruaje, pero al pasar la puerta desapareció... ¿Lo has visto?
— ¿Por cuál puerta has entrado? — Hoseok estaba preocupado pues su amigo no era un semidios o un dios.
— Por la puerta del este.
— Entonces solo puede tener un destino, Tsukuyomi debe tenerlo... A estas alturas ya...
Jungkook no dejó que terminara la oración pues sus ojos mostraron el odio, los rayos recorrían todo su cuerpo y salió del lugar volando lleno de furia. Taehyung cargó a Hoseok alejándose del dios pues en ese momento su poder más grande fue expulsado, FuJin elevó una plegaria a su esposo Susano quien estaba en el castillo junto a los otros dioses. — Se ha transformado en Raijin.
Hoseok se aferró a Taehyung quien se acercó a FuJin, este los vio y les hizo de señas que avanzaran. — ¿Quién es Raijin?
— Cuando Takemikazuchi se enfurece se transforma en el dios del trueno y del rayo, Takemi es más táctico y lógico, pero Raijin es más furia.
— ¿Crees que Jimin estará bien?
— No lo sé, pero Tsukuyomi posee ese poder hechizante que vuelve a sus víctimas en amantes sumisos.
Unos minutos antes Jimin cayó sobre una cama blanda y blanca, parecía que eran una montaña de plumas. Creyó que era la habitación de su amado Takemikazuchi a quien ahora llamaba Kook. Sin embargo, cuando la puerta se abrió sintió terror, ante sus ojos estaba el mismo Tsukuyomi, su mirada era tan penetrante y llena de algo que lo hacía sentir diminuto.
Jimin se levantó y corrió hacia la puerta, sus piernas temblaban y sentía mareo ante la presencia de aquel dios poderoso, este sonrió coqueto y descaradamente, se acercó a Jimin hasta ponerlo contra la pared, Jimin no tenía hacia donde escapar y sentía que el aroma divino de Tsukuyomi lo embriagaba.
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¡Hey Dios!
FanfictionUn joven de veinte años se ha quedado solo sin un perro que le ladre, su padre lo había abandonado y no tenía ni un hogar pues las deudas de su padre se lo llevaron todo. Jung Hoseok acude con su mejor amigo, pero este vive en un apartamento diminut...