Holaa! Pasaba a darle dos avisos antes de seguir con el último capítulo de CCEI.1. Jimin por ratos tuteará a Jungkook y por otros le hablará de usted, ya deben imaginarse porqué.
2. Tengo autorización para otras traducciones. Les haré un nuevo capítulo en este fic para informarles sobre qué trata cada historia
3. Que tengan bonita lectura, I missed you
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Jimin levantó una ceja cruzando los brazos lentamente, demostrando una evidente confusión ante tal propuesta. En una tierna desconfianza, el miedo y la inquietud, pavor de la nostalgia.
—Sabes que no quiero festejar mi cumpleaños.—dijo con suavidad, a medida que sus labios formaban un puchero.—Esa fecha dejó de ser especial y se tornó tenebrosa, lo sabes, Jungkookie. Te lo repetí muchas veces.
Lucifer observó ese rechazo indiscutible que habitaba en ese triste mirar, en la expresión de ceño fruncido; el usual gesto que Jimin hacía cuando se sentía amenazado. Hasta podría decir que oía los violentos latidos de su corazón, casi como una taquicardia por la ansiedad que se le escapaba por los poros.
Aunque fuera un ser maligno, el alma de Park permanecía viviente, sus dolores y recuerdos seguirían atormentándolo.
Lucifer comprendía esa conmoción humana, no por experiencia propia pero sí porque fue testigo del sufrimiento de Hoseok por ochenta años y nunca se libró de su dolor, de sus pérdidas y sus decepciones.
—Babe, ¿algún día te decepcioné?—preguntó, en un tono casi retórico.—Confía, no será una fiesta sorpresa, solo quiero entregarte toda la sensación de libertad y fin. Un basta definitivo.
Con tranquilidad llevó su mano hacia la espalda de Jimin, deslizándola, pasando por la nuca hasta llegar a los cabellos rojizos, dejándolos entre sus dedos.
Lo acercó lentamente y unió su frente con la de él, pudiendo sentir el aire caliente que escapa de su nariz, aquel soplo de vida sobrehumano.
—Dime, ¿confías en mí?—siseó.
Park cerró los ojos, apoyando la mano en uno de los hombros de Jeon al mismo tiempo que movía el rostro, de forma que sus narices se tocaran con cariño, como un afable beso esquimal.
—Ahora eres tú quien está usando la labia de Diablo conmigo.—anunció despacio.—No hagas eso, Jungkookie.
—Te gusta—pronunció de forma imponente y risueña.—Ven, prometo hacerte muy feliz en este día.
—Está bien, confío en ti.—Fueron las únicas palabras que escaparon del pelirrojo y era lo suficiente.
Jimin tomó cierta distancia, sintiendo su rostro arder por una timidez excesiva; tanto que estaba ruborizado.
—Entonces vamos, porque será muy entretenido.
El Maligno nunca abandonaba su aire tan particular y elegante, pretensioso y manipulador, eso era irrefutable en sus ojos hambrientos, entre su fascinación desvergonzada y su sonrisa encantadora; o incluso en su andar incisivo, lleno de sí.
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Caliente como el infierno
Fanfiction¿Alguna vez te has sentido aburrido o simplemente harto de la rutina? Así exactamente se sintió Jeon Jungkook, el señor del infierno se volvió sumamente infeliz y a su vez, dejó el infierno para disfrutar de las noches en California. Teniendo como p...