¿Siempre lo ha sabido? ¿Qué quieres decir—Estaba asustada porque no sabía que estaba pasando y tenía miedo de que el pudiera hacerme algo; si su hijo de 13 años fue capaz de violarme de maneras posibles ¿De qué sería capaz su padre?
—No se preocupe Miranda, no le haré nada. Kei se molestara mucho si tocó sus cosas, volviendo al tema, yo me haré cargo de ustedes y la educación de Magnus hasta que esté tenga la edad y madurez necesaria para seguir solo en la vida, de esa forma usted se enfocara en hacer feliz a mi hijo y si es posible, me dará un heredero.
Lo que el decía me estaba asustando, me estaba ofreciendo mantenernos a mi y a mi hijo a cambio de que el suyo me siga follando.
—Usted está loco.
—No hago esto por locura, creo que es lo justo luego de lo ha estado ocurriendo en su casa con mi hijo. Los niños de su edad tienen mucha energía y soy consiente de que estar satisfaciendo a mi hijo en la cama en la debe ser agotador, por esa le doy está solucionado, así todos ganan.
—¿Todos ganan? Octavio ¡Su hijo me violo!—Ya no tenías miedo, ahora estaba molesta por la forma en como el estaba tomando el asunto. Cómo si fuera normal que un niño de secundaria abusara sexualmente a la madre de su compañero.
—Es natural que pase eso, después de todo se enamoro de ti desde el primer en que te vio.
—¿Y usted creé que eso es normal? ¿Es normal que un niño de 13 años se convierta en violador?
—Al menos no fue a una niña, eso sí estaría mal, pero a una mujer madura no lo es tanto si me lo pregunta. Además debería estar agradecida de que fue un niño ¿Se imagina que fuera un adulto apestoso, o peor, un anciano? Usted tuvo la oportunidad de quitarle la virginidad a un niño, debería estar orgullosa—Las palabras que este tipo decían eran puras estupideces ¿Cómo pude pensar que el padre sería diferente del hijo? Ambos son iguales.
—Usted loco—Dije para luego levantarme e irme—No pienso aceptar esto, los denunciaré a la policía y veré como su hijo pague por lo que me hizo.
—Temo que eso no va a pasar—Dijo Octavio para levantarse—Tranquila, no usaré mis influencias para sobornar a la policía, no soy así, tan solo que hoy será un día para recordar Miranda, lo único que puedo decir es que mientras más rápido acepte a Kei como su dueño mejor van a ir las cosas—El se fue a un cuarto y antes de cerrar la puerta dijo—No la castigues tanto que no niego quejas de los vecinos.
De repente alguien puso un pañuelo en mi boca, intenté zafarme pero no pude, el pañuelo tenía cloroformo, antes de desmayarme le vi la cara a quién me hacía esto era Kei.
Cuando desperté no podía moverme estaba en una habitación oscura hasta y alguien prendió la luz.
—Buenos días mi dulce muñeca—Dijo Kei al entrar al cuarto y ahí supe que estaba en su habitación y no podía moverme porque estaba atada, Kei me a secuestrado.
—¡Mmmmm!—Grite pero no había nada y estoy segura que el señor Octavio no hará nada para salvarme.
—Tranquila Miranda—Dijo Kei para agacharse y tocarme el cabello. No estás en un mal lugar estás en mi habitación así que no tengas miedo. Te estarás preguntando porque te traje aquí y te até, bueno la respuesta es simple, he decidido castigarte.
Si te preguntas porque pues es bastante simple, te pusiste arrogante al creer que podías escapar de mi acusándome con mi padre, además de que te has estado negando a lo inevitable. Yo quería que fueras mía por consentimiento propio pero como te has estado negando por tanto tiempo decidí que es hora de acelerar las cosas, no te preocupes, al final de todo vas amarme más que a tu hijo—Kei me quito la cinta de la boca, no dije nada entonces el decidió aflojar las sogas que me ataban. Aproveche ese momento para salir corriendo.
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CUENTOS DE UNA LUJURIA DESENFRENADA.
Gizem / GerilimCuando en una tranquila ciudad una serie de eventos convierten a unos niños en unos seres ansiosos de placer, el mundo pierde toda calma y el sitio se vuelve un campo de guerra, por mantener a las familias unidas. Una bendición se vuelve maldición y...