ÚNICO

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El bar pasando su trabajo era muy concurrido, muy pocas veces podía mirarlo con detenimiento pero sabía que siempre contaba con espectáculos.

Así que aquella noche tomó la decisión de visitar aquel lugar.

Era sábado, no tenía trabajo mañana y se le apetecía tomar una copa, conocer gente y divertirse.

Así que se vistió, ropa holgada y cómoda, y emprendió un corto viaje hasta llegar al bar. Presentó su identificación que aseguraba era mayor de edad, entró a la residencia y tomó asiento en una mesa algo apartada del escenario.

Pidió un trago sin mucho alcohol y unos snacks. Había escuchado rumores que la presentación de hoy día era de un chico muy bueno. Así que desea estar en completa lucidez para comprobarlo.

Pasado quince minutos, el improvisado presentador de show, anuncia que el siguiente en aparecer será Vante.

Jungkook supone que ese tal Vante es el artista tan nombrado del que ha oído. Así que sonríe, ansioso.
El escenario no tarda en oscurecerse y todos aplauden, él haciendo lo mismo.

Un reflector ilumina el escenario, precisamente donde yace un micrófono con su respectivo soporte. Los aplausos se detuvieron y una figura hizo aparición hasta colocarse bajo la luz. Tomó al micrófono sin retirarlo de su lugar, y chasqueó los dedos.

La música comenzó a sonar.

El reflector se apagó para darle paso a una luz más cálida, amarilla... Romántica.

El saxofón era lo que predominaba en la melodía. La cual era bella, te hacía cerrar los ojos y mover la cabeza de un lugar a otro. Pero todos sus sentidos se perdieron cuando una grave voz comenzó a cantar, aturdiendo sus sentidos.

Jungkook alzó la mirada, se puso de pie, se acercó un poco más... Quería estar tan cerca como fuera posible. Porqué quien cantaba no sólo lo había cautivado con su voz, sino también con su atractivo.

Varonil. Esa era la palabra que buscaba.

Tez canela, cabello negro, mirada imponente, rostro pulcro y un porte masculino. Vestía un traje que lo hacía lucir elegante y la forma en la que sonreía al cantar...

Jungkook se sintió enamorado.

Suspiró cuando el hombre entonó una nota alta con su grave voz, lo que hizo que estremeciera por completo.

(...)

Quizás puede llamar lo suyo, un flechazo. Pero desde que vio a Vante, no ha dejado de pensar en él.

Ha frecuentado el bar las últimas dos semanas solo para verlo. Tomando el mismo trago sin alcohol que tomó la primera vez que visitó aquel recinto.
Cambiando de sitio de vez en cuando pero nunca tan cerca del escenario.

Le gustaba contemplarlo.

Y amaba como sus miradas se encontraban por casualidad.

Jazz.

El amor se oye como el jazz. El amor se encuentra en el aire. El amor se escucha como Vante cantando. El amor es hermoso. El amor se siente fantástico.

Caress to the heart |O.S TAEKOOK Donde viven las historias. Descúbrelo ahora