Maldecido con una fantasía

Parte 2

Pasé la mayor parte del día siguiente intentando furiosamente no pensar en Audra siendo hipnotizada por el Gran Hypnos Pantyhose. Lo hice bastante bien, por pura disciplina mental, al menos hasta las 3:00.

Fue entonces cuando Audra entró en mi despacho con su iphone en las manos y los auriculares puestos.

"Oye, así que el tipo que pensabas que era un asqueroso estaba al menos muy agradecido por nuestra ayuda ayer" me dijo mientras mi corazón casi se detenía.

"¿Por qué dices eso?" pregunté, tratando de no parecer asustada.

"Me envió una bonita nota de agradecimiento y me ofreció una de sus aplicaciones que vende gratis. La comprobé. Ahora que me he descargado la aplicación, puedo elegir entre 'aumento de peso', 'morderse las uñas', 'fumar', 'insomnio'.... Hmmm, espero que estas cosas te alejen de estas cosas en lugar de dártelas", bromeó.

Estaba tan asustado que me olvidé de reír por un segundo. Luego lo hice. Sonó forzado, al menos para mí.

"Qué diablos, también podría probar uno, ¿no? Tal vez el del sueño. ¿Sabes que a veces quiero hacer ejercicio por la noche, pero luego estoy demasiado acelerada para ir a dormir? Tal vez lo pruebe para eso", dijo. A Audra siempre le gustó recibir cosas gratis, siempre fue bastante frugal de corazón.

La idea de que escuchara la voz hipnótica del Gran Hypnos Pantyhose y entrara en un sueño hipnótico fue demasiado para mí. Empecé a sudar. Mi verga se puso instantáneamente dura como una roca. Afortunadamente, estaba sentado en mi escritorio, así que pude empujar mi silla un poco más para ocultar mi bulto. No es que Audra estuviera mirando, estaba jugueteando con su nueva aplicación.

Estaba caliente, y eso siempre hacía difícil ser fuerte. Pero la amaba, y sabía que esto era algo malo. "Nena, no creo que debas empezar a meterte con esas cosas. No creo que quieras que un tipo que no conoces se meta en tu cabeza".

Audra se rió.. "David, suenas como Nancy con sus tonterías de fantasmas. Esto de la hipnosis no funciona realmente como se ve en la televisión". Nancy era la hermana mayor de Audra. Una noche, después de una fiesta familiar, Nancy reveló que creía en fantasmas. Audra se quedó sorprendida. No lo dijo con palabras, pero sé que esa noche perdió un poco el respeto por el intelecto de Nancy.

No quería quedar como Nancy. "De acuerdo, pero si empiezas a robar bancos mientras duermes, no me culpes", dije, tratando de disimular como si no fuera gran cosa.

"Si por fin puedo dejar de trabajar, valdrá la pena un pequeño hurto". Bromeó mientras salía de mi oficina, de vuelta a la suya.

Todavía estaba duro como una piedra cuando me di cuenta de que Audra se había comprometido a escuchar la pista de hipnosis del Gran hypnos pantyhose. Asegurándome de que nadie miraba, me masturbé bajo mi escritorio. Me sentí mal por ello, pero aún quedaba bastante día y no podía andar por ahí con una erección.

El resto del día pasó muy lentamente, al menos para mí. Estaba más que preocupado con la idea de que Audra fuera hipnotizada por la aplicación del iphone del Gran Hypnos Pantyhose. Las cosas más pequeñas me ponían nervioso, como cuando cargó su teléfono durante la cena para no quedarse sin batería más tarde.

Ya por la noche ella fue a nuestro cuarto mientras yo llevé a nuestro hijo a la cama. Cuando volvió, vio unos minutos de televisión y finalmente se metió en la ducha. Tenía muchas ganas de gritarle que se diera prisa, pero obviamente no podía.

Los destellos de miedo y culpa casi me hicieron borrar la aplicación, o romper su teléfono, incluso decirle toda la verdad, pero mi fascinación y excitación ganaron cada vez, para mi vergüenza.