12. Humillando a Meli

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-¿Si pueden con todo?- preguntó Temo.
-Claro papá- dijeron ambas con una sonrisa malvada-. Tú vete a entregar tus pedidos.
-Gracias mis niñas. Las amo.

Temo se fue a entregar sus pasteles y las hermanas Corcega López se preparaban para atacar.

Habían tenido unos cuantos clientes y cuando la pastelería se quedó sola hacían algunas labores. Anya miró hacia la ventana y notó que Meli bajaba de su auto, llegó el momento.

-Nidia- la llamó-. Llegó Meli.
-Ya voy- avisó Nidia.

Ambas se quedaron detrás del mostrador, Meli entró y traía muchas cosas.

-Hola niñas, ¿se encuentra Temo?- preguntó Meli.
-Salió y no sabemos cuánto tarde- dijeron ellas.
-Perfecto, porque así les puedo mostrar las cosas de la boda.

Las niñas rodaron los ojos pero le seguirían el juego. Meli les mostraba unas imágenes de la decoración del lugar donde quería que fuera la boda, los centros de mesa, entre otras cosas.

-Mira Nidia, este es el pastel que quiero que nos hagas- dijo Meli mostrándole una imágen.
-Claro Meli- dijo Nidia cruzando los dedos a sus espaldas.
-Oye Meli, ¿y qué tienes ahí?- preguntó Anya señalando una bolsa grande.
-Es mi vestido de novia, se los voy a mostrar ahorita que no está su papá.

Meli mostró su vestido y las niñas se quedaron impresionadas al verlo, se veía que era un vestido bastante caro y eso decía que Meli quería que la boda fuera de lujo

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Meli mostró su vestido y las niñas se quedaron impresionadas al verlo, se veía que era un vestido bastante caro y eso decía que Meli quería que la boda fuera de lujo. Un teléfono sonaba.

-Esperen un momento, ya regreso- dijo Meli saliendo para contestar la llamada.
-Oye Nidia, ¿no crees que le falta un poco de color a este vestido?- dijo Nidia con una sonrisa malvada.
-Ahora que lo dices, un poco de color no le vendría mal- dijo Nidia también con una sonrisa malvada.

Fueron pocos minutos luego de realizar la llamada y al entrar nuevamente a la pastelería se llevó una desagradable sorpresa: su vestido estaba manchado de chocolate y mermelada de fresa. Las niñas reían.

-¡¿Qué le hicieron a mi vestido?!- gritó enojada.
-Solo le dimos un poco de color porque se veía aburrido- dijeron con burla-. ¿Apoco no te gusta?
-¡Son unas estúpidas! ¡Era el vestido para mi boda!
-¿Qué pasa aquí?- preguntó Temo al entrar-. ¿Qué son esos gritos?
-Ay Temo, tus hijas arruinaron mi vestido de novia. Era original que si lo llevo a la tintorería no va a estar a tiempo y nuestra boda ya es en dos semanas.
-¿Y quién es el novio?
-¡Ustedes cállense!

Temo agarró a Meli del brazo y la sacó de la pastelería, se veía realmente molesto.

-A mis hijas no les vuelves a gritar- dijo Temo enojado.
-Tú viste lo que le hicieron a mi vestido y era obvio que tenía que regañarlas- dijo Meli-. No quería que lo vieras hasta el día de nuestra boda, pero se arruinó la sorpresa.
-¡Ya basta Meli! Entiende que eso solo fue algo de niños y no nos vamos a casar. Soy gay y ya he formado una bonita familia.
-Eso tiene solución, pídele el divorcio a ese tipo que solo impide nuestra relación y ya que nos casemos criamos a nuestras hijas.
-De verdad te estás volviendo loca, solo por un capricho tuyo no dejaré a mi familia. ¿Sabes qué? No vuelvas a aparecerte por aquí, ni quiero verte cerca de mí.
-¡Esto no se va a quedar así, Temo! Haré todo lo que sea necesario para que tú y yo estemos juntos.

Meli se fue furiosa del lugar y Temo entró a la pastelería donde vio a sus hijas algo arrepentidas.

-Perdón papá- dijeron amabas.
-No se preocupen mis niñas- dijo Temo-. Gracias por defenderme. Sus hermanitas, su papá y ustedes son lo mejor que tengo.

Les dió un abrazo y muchos besos. Pero la pesadilla estaba por iniciar.

Familia Corcega López 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora